Sant’Egidio Madrid y sus amigos de la calle: Mantas para la nieve, agua ante el coronavirus y cercanía ante la soledad

«Una de las cosas que me ha conmovido en este tiempo de pandemia es que durante muchísimo tiempo las personas sin hogar eran invisibles ante el bullicio de nuestras calles, pero ahora son los más visibles porque son los únicos que están en la calle, al menos los que todavía no han podido encontrar un alojamiento alternativo». Así lo asegura Manuela Pérez, responsable del servicio de las personas sin hogar de Sant’Egidio Madrid, en conversación con Alfa y Omega.

A pesar del coronavirus y el confinamiento, la organización no ha dejado de salir a las calles, como hace habitualmente, porque allí se encuentran los que ellos llaman «nuestros amigos de la calle. Lo están pasando realmente mal y cuando un amigo está mal hay que estar a su lado apoyándole», afirma Pérez. «Hay que tener en cuenta que muchos de ellos viven por lo general de la limosna, pero ya nadie está en las calles para ayudares. Además, en las puertas de los supermercados no les dejan estar ahora y las iglesias permanecen cerradas. Todo está bloqueado para ellos».

Ante esta situación, Sant’Egidio Madrid les está visitando regularmente para entregarles comida y también agua y jabón. «Piensa en la cantidad de veces que estos días te han recomendado que te laves las manos y que tengas una buena higiene. Pero ¿dónde se lava las manos con jabón una persona que no tiene casa cuando todos los comercios y establecimientos están cerrados? No pueden acudir a ningún sitio así que nosotros ahora también les estamos entregando botellas de agua», explica la responsable.

Mantas ante las temperaturas invernales

Pero además de alimentación, una de las necesidades más acuciantes son las mantas. «Muchos de ellos no tienen y los últimos días hemos tenido jornadas totalmente invernales en las que incluso ha nevado». Sin embargo, a pesar de que desde Sant’Egidio Madrid se han entregado todas las mantas de las que disponían, no eran suficientes para atender a todos sus amigos de la calle que las solicitaban.

Hasta ahora. La organización vuelve a contar con mantas para repartir gracias a la solidaridad de distintas organizaciones y particulares. «Cruz Roja nos ha donado un buen cargamento. También el Centro de Pastoral Social Santa María de Fontarrón, la Fundación Ikea, la Fundación Valora y un sinfín de particulares que nos llamaban para ver cómo podían colaborar», confirma Manuela Pérez.

Al final, «damos alimentos, ropa de abrigo y cuantas cosas materiales que puedan necesitar, pero sobre todo ofrecemos cercanía en un momento en la que la soledad se siente mucho más. Nuestros amigos solo tienen palabras de agradecimiento», concluye la responsable de Sant’Egidio Madrid.