Francisco: «Me hace bien rezar cada tarde los siete dolores de la Virgen» - Alfa y Omega

Francisco: «Me hace bien rezar cada tarde los siete dolores de la Virgen»

En la Misa de este viernes, centrada en la Virgen Dolorosa, el Papa ha pedido por las personas que a la vez que «ayudan hoy, piensan también en el mañana» y en todos los problemas que seguirán a la crisis del coronavirus

Redacción
Foto: VaticanNews

El Papa Francisco ha querido encomendar en la Misa de este viernes a todas las personas que «empiezan a pensar en el después», en las necesidades que surgirán cuando se supere la crisis del coronavirus: «Problemas de pobreza, de trabajo, de hambre…», ha enumerado el Santo Padre, de los que ya se está empezando a encargar ente que, sin dejar de «ayudar hoy, piensa también en el mañana para ayudarnos todos nosotros».

Al ser este día el Viernes de Pasión o de Dolores, en el que la mirada se dirige a los sufrimientos de María, el Papa ha querido dedicar la homilía a la Virgen Dolorosa. Francisco ha recordado los siete dolores de María que la piedad cristiana ha recogido y propone para la contemplación, desde la profecía de Simeón sobre la espada que traspasará su alma hasta la sepultura de Jesús. «A mí me hace bien, cuando rezo el ángelus al final de la tarde, rezar estos siete dolores como un recuerdo, cómo la Madre de la Iglesia nos ha dado a luz a todos con tantos dolores».

Una madre que «nunca ha pedido nada para ella misma» ni ha querido presentarse como «reina madre», ha subrayado el Santo Padre. Fue una discípula más que «con sus amigas, mujeres devotas», seguía a Jesús. Hasta el pie de la Cruz, en el Calvario, donde seguramente escucharía las conmiseraciones de algunos («pobre mujer»), y las acusaciones de otros («si lo hubiera educado bien no habría acabado así»).

Fue en ese momento cuando Jesús nos la entregó como madre, «no como primera ministra, ni le dio un título de funcionalidad. Solo madre». Siguiendo este razonamiento, el Pontífice ha añadido que la Virgen «no ha pedido ser una cuasirredentora o una corredentora. El Redentor es solo uno y este título no se duplica».

«Solo discípula y madre». Y es así como ha invitado a todos los fieles a «pensar en ella, a buscarla, a rezarla». Especialmente en el Viernes de Dolores, una buena ocasión para recogerse, pensar en ella, y darle las gracias «por haber aceptado ser madre», cuando se lo dijo el ángel en la Anunciación y también al encargárselo Jesús en la Cruz. En esta maternidad, ha añadido, «vemos la maternidad de la Iglesia que recibe a todos, buenos y malos».