Las Iglesias de Europa reclaman solidaridad entre los países para hacer frente a la pandemia - Alfa y Omega

Las Iglesias de Europa reclaman solidaridad entre los países para hacer frente a la pandemia

La COMECE y la CEC publican un comunicado conjunto en el que piden que se reparta la carga de atención a los enfermos, se facilite el intercambio de material médico, se adopten medidas para paliar el impacto social, económico y financiero y se refuerce la cooperación internacional

Fran Otero
Foto: AFP/Vincenzo Pinto

La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) y del Consejo de Iglesias Europeas (CEC) han publicado este jueves un comunicado conjunto ante la pandemia por COVID-19 en la que hacen una llamada tanto a la sociedad como a los políticos del Viejo Continente a demostrar en este momento su compromiso con los valores de solidaridad y unidad que construyeron Europa.

Un compromiso que se demuestra con la responsabilidad europea compartida que, añade el texto, se puede concretar en medidas concretas: repartir la carga de atención a los enfermos, facilitar el intercambio de material médico, adoptar medidas creativas que alivien el impacto social, económico y financiero, así como reforzar la cooperación internacional y la asistencia humanitaria para apoyar los sistemas de salud más débiles en las regiones necesitadas del mundo.

«Es el momento de que todos demostremos nuestro compromiso conjunto con el proyecto europeo y con los valores europeos comunes de solidaridad y unidad, en lugar de capitular ante el miedo y los nacionalismos», señalan en el documento firmado por los presidentes de la COMECE y de la CEC, el cardenal Jean-Claude Hollerich y el reverendo Christian Krieger respectivamente.

En concreto, a la clase política le pide que sigan actuando «de manera decidida, transparente, empática y democrática».

Al margen de estas peticiones, estos líderes cristianos –que representan a las comunidades cristianas en Europa, católicos y no católicos– aseguran su oración «por todos aquellos que sirven a sus semejantes con empatía y calidez, apoyándolos desinteresadamente: médicos, personal de enfermería, proveedores de servicios básicos, fuerzas de la ley y el orden, y personas involucradas en la atención pastoral».

Y añaden: «Debemos rezar por todas las personas que están sufriendo durante esta crisis, en particular los enfermos, los ancianos, los pobres, los excluidos y los niños que experimentan inestabilidad familiar. También recordamos a todos los que fallecieron».

Sus últimas palabras son para animar a los cristianos a vivir este tiempo de prueba «también como un tiempo de gracia y esperanza». «Permanezcamos unidos y hagamos sentir nuestra cercanía a todos, especialmente a los necesitados», concluyen.