Caricaturas que enseñan - Alfa y Omega

Caricaturas que enseñan

Maica Rivera

Nos adelantamos con esta publicación al natalicio en abril de Washington Irving (1783-1859). Conocido en España por sus Cuentos de la Alhambra (igualmente en esta colección), el romántico estadounidense es también padre del famoso jinete sin cabeza, «La leyenda de Sleepy Hollow» que tanto Disney, en los años 40, hasta Johnny Depp, abriendo el nuevo milenio, han hecho suya. Es el cuento fantástico que inaugura esta recopilación, nacido del corazón de una de las vastas ensenadas de la orilla oriental del Hudson donde los antiguos navegantes holandeses «siempre recogían las velas y se encomendaban a san Nicolás cuando lo cruzaban». Ahí, en medio de la naturaleza, se sitúa el valle soñoliento, una recóndita cañada invadida de supersticiones locales de cuyos estragos no se libra el maestro de la escuela, Ichabod Crane, porque «no había historia, por burda o monstruosa que fuera, que no creyera a pies juntillas» con el único recurso en momentos de pánico de «ponerse a cantar salmos». Será tras una fiesta con la flor y nata de la región, tras deleitarse con las viandas mientras se imagina yerno heredero del adinerado anfitrión, el granjero Baltus van Tassel, cuando sus peores pesadillas se harán realidad. De regreso del baile, cegado por la gula y la ambición, humillado por la joven a la que corteja, Katrina van Tassel, y autosugestionado, caerá del caballo intentando huir ni más ni menos que del supuesto espectro del jinete descabezado. El desenlace de la aventura quedará sumido en el misterio, reducido a la noticia, al día siguiente en el pueblo, de la repentina desaparición del pedagogo, que dejará el camino libre a su rival, el bravucón Brom Bones, con la casadera Katrina (muy sospechoso este último, por tanto, de haber tramado la espantada del asustadizo Ichabod Crane).

A este relato de cabecera, «leyenda hallada entre los documentos del difunto Diedrich Knickerbocker» (juego metaficcional, intertextual y paródico, representativo del autor), le sigue, en los mismos términos, el de Rip van Winkle. El segundo cuento, con la mitad de extensión, está protagonizado por un aldeano, vecino ejemplar y, sin embargo, un cafre como padre de familia. Durante uno de sus paseos de huida del hogar, acaba metido en una extravagante reunión de personajes silentes con quienes bebe un licor que le sume en un largo sueño de 30 años. Al despertar, tiene que readaptarse a la nueva comunidad, acogido, sin rencor, por su hija.

Completan el volumen, manteniendo la parodia, «El novio cadáver» y «El diablo y Tom Walker». El penúltimo cuento, muy influenciado por el romanticismo inglés, es «un relato de un viajero» que se hace eco de una original historia de amor escuchada junto al fogón en una posada flamenca. Para el cierre, el último cuento describe cómo un individuo vende su alma al diablo para establecerse como ruin prestamista en Boston y termina sus días muy lejos de la salvación «con la Biblia sobre el escritorio, enterrada bajo la hipoteca que estaba a punto de ejecutar: nunca pecador alguno fue tomado más por sorpresa».

La leyenda de Sleepy Hollow y otros cuentos fantásticos
Autor:

Washington Irving

Editorial:

Alianza