En casa, pero… ¡no nos aburrimos! - Alfa y Omega

En casa, pero… ¡no nos aburrimos!

Estamos viviendo unas semanas raras en las que no hay cole, pero tampoco estamos de vacaciones ni podemos ir a muchos sitios. Parece un poco rollo. Pero además de hacer las tareas que nos hayan puesto los profesores, hay muchas otras cosas que podemos hacer para pasarlo bien

María Martínez López

Leer

Foto: Guillermo Navarro

Cordelia busca sentido a su nombre (Marina de Miguel, San Pablo, 5 años)
A Cordelia no se le va su nombre de la cabeza: no le gusta nada. Sus hermanos tienen nombres molones. Pero el suyo es muy pesado. Así que, con su poderosa imaginación, emprende una aventura para encontrar la forma de sentirlo suyo, y no como una chaqueta que le queda grande.

Las aventuras de Lobato. El torneo (Jean-François Kieffer, Encuentro, 6 años)
Una nueva aventura en cómic de Lobato en sus viajes. Este joven huérfano, músico y poeta, viven en la Italia del siglo XIII. Sus dos grandes amigos son Francisco de Asís y Hermano Lobo. Sus divertidas historias nos harán pensar sobre el juego, la amistad, el respeto…

La fábrica de nubes (Jordi Sierra i Fabra, SM, 8 años)
Plub trabaja en la fábrica de nubes del señor Blam. Normalmente estas son negras, blancas y grises. Pero un día empiezan a salir nubes de colores y todo el pueblo de Pampelum se transforma. Una historia que estos días nos enseña mucho sobre la importancia de la imaginación.

Atlas de grandes curiosos (Alexandre Messager, SM, 8 años)
¡Un fantástico viaje sin salir de casa! Con este divertido atlas podrás explorar cómo son los lugares, las plantas y los animales de cada uno de los continentes, y también cómo viven sus habitantes o cuáles son los principales edificios. También tiene juegos y tests.

Amigos hasta la muerte (Fernando Cordero Morales, San Pablo, 8 años)
Este libro, estupendo para leer en familia, presenta a 30 santos con alguna historia de su vida, una cita de la Biblia que les pega, algunas de las cosas que han dicho y también preguntas para ver cómo cada uno de ellos nos enseña a ser mejores amigos de Jesús.

La tempestad (William Shakespeare / Roberto Mussapi, Encuentro, 13 años)
Próspero, duque de Milán, fue expulsado por su hermano y, después de naufragar, sobrevive con su familia en una isla desierta. Quiere aprender magia y entrar en contacto con espíritus para vengarse de sus enemigos. ¿Lo logrará… o se dará cuenta de que ese no es el camino?

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Ver

Foto: Pixabay

Cleo y Cuquín (serie, Clan y Netflix, TP)
Cleo y Cuquín son dos de los hijos de la familia Telerín, los mismos que hace años mandaban a vuestros abuelos a la cama. Ahora, la mayor y el más pequeño de los hermanos, jugando a tener distintas profesiones, ayudarán al resto de la familia a resolver sus problemas.

El parque mágico (2018, TP)
June es una niña con una imaginación desbordante, a la que le gusta crear parques de atracciones imaginarios. Pero, ¿qué ocurrirá cuando un día se interne en un misterioso bosque y descubra el parque Wonderland, habitado por diversos animales?

Trollhunters (serie, Netflix, +7)
Jim es un adolescente normal… hasta que un día encuentra un misterioso amuleto y descubre un reino secreto habitado por troles y otras criaturas mágicas. Con este hallazgo, vendrá el encargo de proteger nuestro mundo de los monstruos que se esconden en las sombras.

Matilda y La historia interminable (películas, Netflix, +7)
Estos días son una gran ocasión para recordar con tus padres estas dos películas (basadas en estupendos libros). Las cosas no son fáciles para Matilda ni para Bastian, sus protagonistas. Pero ambos descubrirán que tienen dentro el poder de luchar contra el mal.

Pulseras Rojas (serie, Atresplayer, +12)
Jordi ingresa en el hospital porque tiene cáncer en la tibia y se la tienen que amputar. Allí conoce a Lleó, que ya pasó por lo mismo. Otros chicos ingresados por distintos problemas irán entrando en su pandilla, que se llama Los Pulseras Rojas.

Agustín, un corazón inquieto (película, +7, disponible en YouTube)
Agustín era un joven del norte de África, más en concreto de Tagaste. Aunque su madre lo intentó educar como cristiano, pasó muchos años preocupándose solo por pasarlo bien y triunfar. Sin embargo, finalmente conoció a Jesús y llegó a ser obispo.

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Descubrir

Foto: Pixabay

Ahora que estamos en primavera, ¡la naturaleza cambia cada día! Y te puedes dar cuenta aunque vivas en un pueblo grande o ciudad. Por ejemplo, ¿por qué no juegas a ver cuántos tipos distintos de cantos se escuchan? ¡A ver si eres capaz de imitarlos! Y con ayuda de los adultos o de alguna aplicación, incluso podrás aprender qué pájaros son. Recuerda que se los escucha sobre todo temprano por la mañana y a última hora de la tarde.

Lo mismo ocurre con las plantas: hoy un día un árbol no tiene hojas, mañana ya hay yemas, y quizá dentro de solo dos días ya han salido las hojas. ¿Por qué no haces cada día un dibujo de los árboles que se ven desde las ventanas y de sus hojas? ¿Sabes qué árboles son? Si tienes suerte, ¡igual en alguno puedes ver un nido! También puedes descubrir cómo crecen las plantas dentro de tu propia casa: las que ya haya, u otras nuevas. Si pones unas judías entre algodones húmedos y las dejas unos días, cuidando de humedecer el algodón de vez en cuando, le irán saliendo raíces y un tallo. Cuando hayan crecido un poco, puedes plantarlas.

Si alguno de tus padres (o los dos) se ha podido quedar en casa contigo, pregúntale si en algún rato que tenga un poco menos de trabajo te puede explicar en qué consiste lo que hace cada día. Hazle todas las preguntas que se te ocurran, ¡pero solo cuando pueda hacerte caso! Luego, puedes escribir una redacción y hacer un dibujo enseñando lo que te ha contado.

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Hacer

Foto: Pixabay

El juego del coronavirus: Cada día por la mañana, vuestros padres o los mayores que os cuiden tienen que haceros el dibujo de un virus muy feo en el dorso de la mano. Y durante el día, os tenéis que ir lavando un montón de veces las manos, sobre todo después de volver de la calle, y antes de tocaros la cara o de comer. Así, el virus se irá borrando. Si al final del día ha desaparecido, ganáis un punto. ¡A ver quién consigue más!

Manualidades: dependiendo de lo que tengáis en casa y podáis conseguir, hay muchas manualidades que se pueden hacer reciclando cosas: figuras de papiroflexia (un arte japonés que consiste en doblar papeles para hacer animales y otras cosas), marcapáginas (en el canal de YouTube de la revista Gestoos explican cómo), juegos con hueveras, muñecos y coches con botellas de plástico o tapones, pulseras con lanas, o figuritas de pasta de sal. En internet hay muchas páginas donde podéis aprender. También podéis hacer algún cartel de ánimo o alguna manualidad y colgarla en vuestra ventana para animar a otros niños, y subir una foto a internet con la etiqueta #DesdeMiVentana.

Ayudar: estos días con todo el mundo en casa será todo un poco más difícil. Pero cada uno puede contribuir en la medida de sus posibilidades a que las cosas salgan fenomenal. Por ejemplo, los hermanos mayores podéis cuidar y entretener a los más pequeños. Y hay un montón de pequeñas tareas que cada uno puede hacer: su cama, recoger, doblar ropa que haya tendida, echar una mano en la cocina… Preguntando siempre antes a los mayores.

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Jugar

Foto: Guillermo Navarro

–Saca ese tablero viejo de parchís o de oca… ¡y a darle a los dados!

–Hay un montón de juegos para los que solo necesitas un papel y lápices o bolis: el Tres en raya, Hundir la flota… También podéis hacer una lista de cosas (marcas, nombres, flores, animales, comidas…) y tener que completarla cada vez con una letra del abecedario distinta, o jugar a El ahorcado para adivinar palabras.

–Si sois varios, podéis jugar al teléfono escacharrado: en círculo, uno le dice algo al oído al vecino de la derecha, que tiene que decirle al siguiente lo que haya entendido. Así hasta completar el círculo… ¡y ver que no tiene nada que ver la primera palabra con la última! Otra variante es que cada uno del círculo le hace una pregunta diferente al de la derecha y el otro responde. Luego, cada uno dice qué le ha preguntado el de la izquierda, y qué le ha respondido el de la derecha.

–Si tenéis un pasillo un poco grande y los mayores os dejan, podéis jugar al voleibol con un globo, o al escondite inglés.

–¡Adivinar! Hay un montón de variedades: adivinar películas, libros, series, animales, personas, canciones… Podéis hacerlo solo con gestos, o dibujando, o tarareando la canción sin letra, o hablando solo con una vocal…

–Escribe o dibuja un montón de palabras distintas, cada una en un papel. Cuando tengas 30 o 40, cada uno tiene que elegir a ciegas seis y con ellas inventarse una historia.