Audiencia a puerta cerrada por el coronavirus: «La humanidad necesita urgentemente equidad, verdad y justicia social» - Alfa y Omega

Audiencia a puerta cerrada por el coronavirus: «La humanidad necesita urgentemente equidad, verdad y justicia social»

Cerrojazo del Vaticano ante el coronavirus, que no ha impedido sin embargo que el Papa realice la audiencia a través de YouTube: «En todos los corazones, incluso en los más corruptos y distantes del bien, existe un anhelo por la luz, incluso si está bajo los escombros del engaño y los errores, pero siempre existe la sed de la verdad y el bien, que es la sed de Dios»

José Calderero de Aldecoa
Foto: EFE/EPA/Fabio Frustaci

En una imagen insólita, con la plaza y la basílica de San Pedro cerrada a cal y canto, el Papa ha celebrado en la mañana de este miércoles la audiencia general desde la biblioteca del Palacio Apostólico. Las palabras de Francisco han sido retransmitidas en streaming por el canal de YouTube del Vaticano.

La decisión se ha tomado como parte de un conjunto de medidas aprobadas por la Santa Sede, en coordinación con las autoridades italianas, para evitar la propagación del coronavirus. El cerrojazo permanecerá vigente hasta el 3 de abril y hasta entonces solo funcionarán la farmacia y el supermercado del Vaticano, pero «con entradas reglamentadas».

Jornada de ayuno y oración

Por otro lado, la diócesis de Roma ha convocado para este miércoles 11 de marzo una jornada de oración y ayuno para pedir ayuda a Dios ante la rápida expansión del coronavirus. La jornada culminará con una Misa sin fieles celebrada por el cardenal Angelo de Donatis, vicario del Papa para la diócesis romana, a las 19:00 horas en el Santuario del Divino Amore. La Eucaristía será retransmitida por la página de Facebook de la diócesis.

Con motivo de esta jornada, el Pontífice ha confiado, «en estos días de emergencia sanitaria, la ciudad de Italia y el mundo a la protección de la Madre de Dios como signo de salvación y esperanza».

El Papa, durante la audiencia en la biblioteca, convenientemente separado de sus colaboradores

Sed de Dios

Más allá del coronavirus, el Santo Padre ha continuado durante la audiencia «meditando en el luminoso camino de felicidad que el Señor nos ha dado en las Bienaventuranzas» y, en concreto, ha reflexionado sobre la cuarta: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque estarán satisfechos.

Sobre ella, el Papa ha dicho que «no se trata de un deseo genérico, sino de una necesidad vital y diaria como es la alimentación». En este sentido, Francisco ha recordado que «las injusticias hieren a la humanidad», que «la sociedad humana necesita urgentemente equidad, verdad y justicia social» y que «las escrituras hablan del dolor de los pobres y oprimidos que Dios conoce y comparte».

Sin embargo, «el hambre y la sed de justicia de la que el Señor nos habla es aún más profunda que la necesidad legítima de justicia humana que todo hombre lleva en su corazón». En las Escrituras «encontramos una sed más profunda que la sed física, que es un deseo colocado en la raíz de nuestro ser: En todos los corazones, incluso en los más corruptos y distantes del bien, existe un anhelo por la luz, incluso si está bajo los escombros del engaño y los errores, pero siempre existe la sed de la verdad y el bien, que es el sed de Dios».

Por esta razón, ha concluido Bergoglio, «la Iglesia es enviada a proclamar la Palabra de Dios a todos, imbuida del Espíritu Santo. Porque el Evangelio de Jesucristo es la mayor justicia que se puede ofrecer al corazón de la humanidad, que tiene una necesidad vital para él, incluso si no se da cuenta».

Recuerdo por los sanitarios y los sirios

La audiencia ha terminado con el agradecimiento «de corazón» del Papa «al personal hospitalario, médicos, enfermeros, voluntarios que en este momento tan difícil [por el coronavirus] están cerca de las personas que sufren. Agradezco a todos los cristianos, todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que rezan por este momento, todo unido, sea cual sea su religión».

También tuvo palabras para los inmigrantes que tratan de llegar a Grecia desde Turquía y pidió que la epidemia del coronavirus «no haga olvidar a los pobres sirios que están sufriendo» en el confín entre ambos países.