Del centro de la Iglesia, al corazón del mundo - Alfa y Omega

Del centro de la Iglesia, al corazón del mundo

A partir de mañana, cientos de miles de familias de todo el mundo peregrinarán a la tumba de san Pedro, al corazón de la cristiandad, con ocasión del Año de la fe. Pero no están llamadas a participar en un acto multitudinario sin más, sino a recibir un envío misionero, porque entre las prioridades pastorales del Papa Francisco está la de poner a las familias en el centro de la evangelización, desde una doble perspectiva: acompañarlas en la fe y lanzarlas al apostolado de otras familias

José Antonio Méndez
El Papa Francisco, en la Misa del Domingo de Ramos de este año, besa a un niño, con sus padres.

Más de 150.000 familias viajarán a Roma durante este fin de semana, para participar en la Peregrinación Internacional de Familias a la tumba de san Pedro, convocada con motivo del Año de la fe. El motivo de la peregrinación es «promover una gran fiesta de la familia alrededor del Papa Francisco. Roma quiere y debe convertirse en la capital de la familia italiana y mundial. Ser una familia es bello; construir una familia es bello: es lo que queremos gritar al mundo», como explicó en rueda de prensa, la pasada semana, monseñor Paglia, Presidente del Consejo Pontificio para la Familia. Precisamente, el lema de la peregrinación es ¡Familia, vive el gozo de la fe!

No obstante, estas jornadas no buscan sólo animar a las familias en su vivencia de la fe, y en la transmisión de la fe de padres a hijos, sino que implican un compromiso misionero para las familias dentro de la Iglesia y del mundo, dentro de cada comunidad cristiana en su apoyo de la familia, y para toda la sociedad. Como explicó monseñor Paglia, «la familia tiene que volver a ser el centro de la cultura, la política, la economía, las finanzas y la vida de los pueblos y las naciones. La familia debe estar cada vez más en el centro de la atención y la preocupación de la Iglesia después del Concilio».

Antes de que sea demasiado tarde

Monseñor Paglia aclaró también que «el Papa Francisco, con la celebración del próximo Sínodo [que se celebrará en octubre de 2014, y versará sobre los desafíos pastorales de la familia en la evangelización], recuerda esta urgencia antes de que sea demasiado tarde. Todas las diócesis del mundo están invitadas a reflexionar, replantearse y dar un nuevo empuje a la pastoral familiar».

El programa de esos días responde a esa doble perspectiva: la de ayudar a las familias a ser hogares cristianos, y la de lanzarlas al apostolado de otras familias. Así, el viernes 25 irán llegando a Roma familias de todo el mundo; el sábado por la mañana, después de celebrar la Eucaristía con los cardenales de cada país, dará inicio la gran peregrinación desde distintos puntos de la ciudad hasta la Plaza de San Pedro donde, por la tarde, habrá un encuentro de oración de todas las familias y una Profesión de Fe, junto al Santo Padre; el domingo, habrá un multitudinario rezo del Rosario en la Plaza de San Pedro, y el Papa Francisco celebrará la Eucaristía y rezará el ángelus.

En resumen: un viaje de cientos de miles de familias al centro de la cristiandad, para volver a poner la institución familiar en el corazón de la sociedad del siglo XXI.