Sin mejoras donde más urgen - Alfa y Omega

Sin mejoras donde más urgen

En la última década, los ataques contra los cristianos en todo el mundo se han cuadruplicado. Hoy, son 350 millones los cristianos que sufren persecución o discriminación. La situación ya era preocupante cuando Benedicto XVI decidió dedicar su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, en 2011, a esta cuestión. «Entre los derechos y libertades fundamentales enraizados en la dignidad de la persona —afirmaba—, la libertad religiosa goza de un estatuto especial». Sin embargo, la situación ha empeorado, denuncia Ayuda a la Iglesia Necesitada

María Martínez López

Las amenazas para la libertad religiosa siguen aumentando en el mundo, y los cristianos son quienes más las padecen. Hasta 200 millones de ellos viven en países donde sufren persecución, y otros 150 en países donde son discriminados; y los ataques contra los cristianos se han cuadruplicado en la última década. Son algunas de las conclusiones que se destacaron en la presentación en España del Informe sobre libertad religiosa en el mundo 2012, de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Don Javier Menéndez Ros, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, subrayó que «la situación no ha mejorado en los países en los que la situación ya era alarmante», como China o «los países donde ya había un extremismo islamista, que se ha radicalizado». Aunque dentro de los 196 países que analiza el Informe se constatan algunos avances —mejoras legislativas en algunos países, o la tendencia a devolver a los grupos religiosos de Turquía y la ex Unión Soviética los bienes que les habían sido incautados—, destacan más las situaciones que han empeorado. Es el caso de los países donde se produjo la primavera árabe. Con todo, los datos del Informe recuerdan que, sin olvidar la situación de China, Pakistán, Egipto o Nigeria, hay en el mundo otros muchos lugares donde hay persecución religiosa, aunque, de momento, sus ecos no lleguen hasta nosotros.

La larga sombra de China

El Informe de AIN denuncia que, en China, nunca hubo un número tan elevado de arrestos —a cristianos, musulmanes o budistas tibetanos— por motivos religiosos, así como a disidentes, como en 2011. Estos arrestos suelen implicar, además, graves torturas, y sigue habiendo obispos y sacerdotes en paradero desconocido. En el caso concreto de la Iglesia católica, en 2011 se recrudecieron además los intentos de dividir a la Iglesia mediante la ordenación ilegítima de obispos al margen de la Santa Sede, para crear una Iglesia patriótica fiel.

Esta estrategia de una Iglesia patriótica existe también en Vietnam, con obispos ordenados al margen del Vaticano y sacerdotes miembros de la Asamblea Nacional. Por eso, a pesar de algunos signos esperanzadores —como la autorización de nuevos templos y el restablecimiento de relaciones diplomáticas con la Santa Sede—, sigue preocupando la situación en el país. El problema más persistente es la expropiación de templos, que suele acarrear el arresto de quienes intentan oponerse. En Corea del Norte, la muerte del dictador —elevado a deidad—, Kim Jong-il, volvió a llamar la atención sobre la situación de este país, donde la práctica de la religión está totalmente prohibida. Los tres obispos y todo el clero católico que había en el país cuando concluyó la guerra con Corea del Sur, en 1953, aún se encuentran oficialmente desaparecidos, y desde entonces no hay culto. En cuanto a Cuba, persisten las restricciones a la Iglesia, a pesar de algunos signos de apertura.

El cardenal Chino Joseph Zen Ze-kiu manifestándose por la libertad religiosa.

Islam: año sangriento

«De los 49 países con una mayoría musulmana en la población, 17 tienen al Islam como religión oficial, con diferentes consecuencias que van, desde la prohibición de cualquier práctica religiosa que no sea el Islam —como en Arabia Saudí—, hasta casos en los que, si bien se toleran otras creencias, sus prácticas están estrictamente controladas», explica el Presidente del Comité que ha elaborado el informe, Peter Sefton-Williams. Uno de los países en el punto de mira es Pakistán, que vivió en 2011 su año más sangriento en este ámbito. Es muy conocido el caso de Asia Bibi, cristiana condenada a muerte por la ley antiblasfemia; también tuvo gran eco el asesinato del Gobernador del Punjab, Salman Taseer, musulmán que se atrevió a defender a Bibi. Igual suerte corrió el ministro para las Minorías, Shahbaz Bhatti —católico—.

En el vecino Afganistán, no hay una sola iglesia en todo el país, y los cristianos –la mayoría conversos del Islam– practican la fe de forma clandestina, pues corren riesgo de ser arrestados o ejecutados.

La violencia contra los cristianos ha continuado también en Irak. El caso más sangriento fue el ataque contra la catedral siro-católica de Bagdag, el 31 de octubre de 2010, que se saldó con 60 víctimas mortales. Los ataques —aunque de menor entidad— y el éxodo cristiano han continuado en 2011, que también ha visto una progresiva islamización de la sociedad. El señor Menéndez Ros teme que el de Irak sea el camino que sigan algunos de los países que han vivido la primavera árabe, como Egipto. Allí, desde la caída de Mubarak, se ha percibido un «ascenso sin precedentes» —afirma el Informe— en los ataques a los coptos, con la clemencia e incluso la complicidad de jueces, policía y ejército.

En Malasia, tras una dura polémica por que la Biblia en malayo use la palabra AláDios—, 20 grupos islamistas han declarado la yihadguerra santa— contra los extremistas cristianos, y se han producido manifestaciones en contra de la conversión de musulmanes.

La islamización de África

Últimamente, un foco de atención en África, en lo que a la libertad religiosa se refiere, ha estado puesto en Nigeria. Los atentados cada vez más frecuentes de los terroristas islámicos de Boko Haram contra iglesias cristianas han dejado un número considerable de víctimas, aunque también ha hecho que pasen desapercibidos otros ataques a la libertad religiosa, como las falsas acusaciones de blasfemia, la denegación de permisos para la construcción de lugares de culto, o el secuestro y la conversión forzada de adolescentes. Este país es un ejemplo, según Menéndez Ros, de la expansión del islamismo radical en África, donde el conflicto religioso se mezcla, muchas veces, con cuestiones políticas, económicas y étnicas. El Informe alerta también sobre la posibilidad de que, tras el golpe de Estado en Mali, los grupos islamistas aprovechen la situación para aumentar su poder en el país y expandirse.

En el este del continente, las esperanzas se centraban en la independencia, lograda en julio de 2011, de Sudán del Sur. El nuevo país afronta el problema de la inestabilidad interna, y es víctima constante de ataques armados desde Sudán, país de mayoría musulmana, donde los cristianos son duramente discriminados.

En el Cuerno de África, los cristianos de Somalia que viven en zonas controladas por el Gobierno Federal de Transición también sufren discriminación. Con todo, su situación es mejor que la de quienes viven en la zona del país controlada por Al Shabab, organización integrada en Al Qaeda. Allí, cristianos y conversos del Islam son ejecutados sin juicio, e incluso los musulmanes sufíes son perseguidos. La presión islamista amenaza con extenderse a Etiopía. En el sur del país, zona de mayoría musulmana, la sospecha de que un cristiano había profanado el Corán desencadenó una ola de violencia que duró todo el mes de marzo de 2011, y obligó a huir a 4.000 personas.

Iglesia quemada en Mardan, Pakistán, el 22 de septiembre de 2012.

También en la India

No son sólo ateos o musulmanes los que atacan a los cristianos. En la India, aunque no se han repetido oleadas de violencia como las de Orissa y Karnataka en 2008, las minorías cristianas han sufrido 170 ataques —asesinatos, lesiones, destrucción de edificios y objetos religiosos— a manos de hinduistas. Muchas veces, se utilizan falsas acusaciones de proselitismo y conversiones forzadas, manipulando las leyes anticonversión vigentes en varios Estados. Estos atentados se ven agravados por la lentitud o complicidad de la Justicia.

El extremismo hinduista se ha reforzado también en Nepal, donde tanto cristianos como musulmanes han sufrido ataques, y el Gobierno comunista quiere prohibir el proselitismo.

Populismo iberoamericano

Otro foco de preocupación, aunque en menor grado, es Iberoamérica. Destacan los periódicos ataques del contra a la Iglesia en países como Venezuela y Bolivia. En el primer caso, se ha aprobado una nueva Constitución y se prepara una nueva Ley de Religiones y Culto. Ambas son incompatibles con el Concordato con la Santa Sede, según denuncian los obispos. En el caso de Bolivia, al populismo presidencial, se suma el intento del Gobierno de expandir una especie de espiritualidad supuestamente inspirada en ancestrales creencias de los indígenas. Asimismo, Menéndez Ros recuerda que los enemigos de la Iglesia mantiene una vieja táctica en Iberoamérica: «promover las sectas».

En Occidente, secularismo agresivo

En los países occidentales, se ha dado «una mayor concienciación sobre la falta de libertad religiosa en el mundo. Gracias a grupos católicos que han invitado a obispos» de zonas de persecución «al Parlamento europeo, ha habido varias iniciativas para condenar el maltrato contra los cristianos», afirma don Javier Menéndez Ros, director de AIN en España. Sin embargo, estas condenas no suelen mirar mucho hacia la propia casa, donde avanza «un secularismo agresivo, que considera cualquier religión como un fanatismo que hay que alejar del espacio público. Curiosamente, cuando surgen manifestaciones culturales ofensivas —como exposiciones blasfemas—, no se considera que éstas estén llevando las creencias al ámbito público, sino que se consideran libertad de expresión». En este sentido, el Informe de AIN recoge, por ejemplo, las manifestaciones y ataques que grupos laicistas organizaron durante la JMJ de 2011 en Madrid y otras manifestaciones ofensivas ocurridas en España, como la procesión atea.

En otras ocasiones, los ataques se producen más bien contra la libertad de conciencia, en cuestiones como la familia y la defensa de la vida. El caso paradigmático en 2011 fue Estados Unidos, donde la Conferencia Episcopal creó un Comité ad hoc sobre Libertad Religiosa para hacer frente a injerencias gubernamentales como el mandato sanitario, que obliga a todos los empleadores —también instituciones católicas— a contratar seguros médicos que cubran la contracepción y fármacos abortivos; o las presiones a agencias de adopción católicas para que entreguen niños a parejas homosexuales.

En el Reino Unido, las dos facetas se han unido. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo tiene sobre la mesa cuatro casos de discriminación laboral, dos por llevar crucifijo, y dos por no aceptar la equiparación de las parejas homosexuales al matrimonio. Estos casos, cada vez más frecuentes, preocupan a la Iglesia. La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), junto con el PP Europeo y el Grupo Conservador y Reformista, organizó el pasado 2 de octubre, en el Parlamento europeo, un seminario sobre la situación de los cristianos y la libertad religiosa en el continente.