De regreso a México... - Alfa y Omega

De regreso a México...

Redacción

En Madrid se vivieron, en agosto, dos millones de Historias de mi JMJ: una por cada peregrino. Algunas de ellas siguen llegando a nuestro buzón; y, entre ellas, varias enviadas desde México. Fueron más de 8.000 los peregrinos mexicanos que llenaron las calles de Madrid con sus imágenes de la Virgen de Guadalupe, su color, y su alegría. Luis Magallón escribe: «Cada día tuvo sus momentos. Desde el día que me sentí más cristiano que nunca cantando por Segovia el Viva Cristo Rey, hasta el día que me sentí más mexicano que nunca cantando La Guadalupana en su casa de Madrid. No puedo olvidar el grito de dos millones de gargantas, que se autonombraban la juventud del Papa; y ver a Benedicto XVI con una sonrisa llena de esperanza en la juventud católica». Incluso resultaron bien los momentos malos, como este narrado por Altagracia Esquivel: «En la Puerta del Sol hubo una manifestación en donde injuriaban y blasfemaban en contra de la Iglesia, del Papa y de los católicos, pensando que, al día siguiente, no saldríamos a recibir al Papa. Pero salimos con más alegría. No importó el sol, tener hambre y sed; importaba ver al Papa, emocionarse como con Juan Pablo II».

Asimismo, nos han escrito algunas de las familias que acogieron a los jóvenes mexicanos. Ernesto y Victoria, por ejemplo, acogieron a seis mexicanos: «Fue llegar a casa y llenarse todos los rincones de risas, de alegría, y de fotos. Nos entendimos tan bien que, a pesar de la diferencia de edad, nos apuntábamos a todo con ellos. Siempre nos decían Doñita, vais a venir con nosotros. Regresando a casa al finalizar los actos, cada uno quería contar su experiencia. Fueron unos testimonios entrañables». Carmen Soria acogió al responsable de un grupo, a dos chicas, y pudo conocer a sus padres y hermano: «No podía ni imaginar remotamente la alegría y satisfacción que ello me iba a producir. Fueron mi alegría y mi penar. Sufrí mucho viendo el enorme sacrificio físico que hicieron, sin perder la sonrisa ni pronunciar una queja. Y envidié profundamente ese sentimiento tan cristiano y familiar que mantenían con sus hijos. Dejaron en mí una profunda huella».

Pueden enviar, por escrito, su testimonio, junto a sus datos personales y un número de teléfono de contacto, a: Historias de mi JMJ, Semanario Alfa y Omega. Calle de la Pasa 3, CP: 28005. Madrid