¿Sitio? ¡Ya lo haremos! - Alfa y Omega

¿Sitio? ¡Ya lo haremos!

Quizá, de momento, no son todos los voluntarios y familias de acogida que habrá este verano, pero no les falta entusiasmo: familias, con hijos de distintas edades, que llenarán sus casas de voluntarios, adolescentes que no saben cómo es una JMJ pero están deseando conocerla; y personas mayores que están dispuestos a hacer lo que está en sus manos

Redacción

María Luisa Jiménez y su hija Zenaida

• «Somos un grupo de 10 o 12 jóvenes y padres de un colegio salesiano. Allí, nos estamos preparando para la JMJ haciendo un curso de voluntariado y dando desayunos a la gente que está en la calle; también estando viniendo a encuentros y otras actividades relacionadas con la Jornada. Espero que sepamos difundirlo entre todo el mundo y se entere más gente, porque todavía hace falta que nos movilicemos más. Quizá lo vemos todo un poco lejos todavía».

Andrés Lourido

• «He venido con mis sobrinos Imanol e Irene. Me estoy preparando para recibir al Papa y su mensaje a España, en un momento en el que el laicismo está pegando muy fuerte en nuestra sociedad. Su mensaje es un referente para crecer y progresar en todos los sentidos, tanto espiritualmente como en valores, que están en crisis en la sociedad actual. Me he apuntado como voluntario, pero todavía no me han llamado».

Alonso, Juan, Antonio, José…

• «Hemos venido un grupo de unos 10 o 15 jóvenes entre 14 y 16 años de la parroquia San Isidro Labrador, aunque luego vendrán más. En nuestras familias y en la parroquia vamos a acoger a gente que venga de otros países. No hemos estado en ninguna jornada, pero en los vídeos se ve que está muy bien montado, y que vienen muchos jóvenes cristianos. Esperamos que sea un encuentro con Dios».

Familia Téllez Aguilar

• «Estamos aquí los dos con nuestros siete hijos —el pequeño nacerá dentro de unos trece días—. Nosotros empezamos a participar en las Jornadas, cada uno por nuestra cuenta. Yo —Gabriel, el padre— empecé en Roma en 1985. Como novios fuimos, en 1995, a un encuentro que se hizo en Loreto para la gente que no pudo ir a la JMJ de Manila. Ya casados, fuimos a Tor Vergata, y a Toronto y Colonia, estando —añade la madre— embarazada. Siempre nos ha animado mucho ir, y ver que Jesucristo ayuda a todo el mundo. Juan Pablo II fue muy importante para nosotros, nos animó a casarnos, y ahora le rezamos para que nos ayude como matrimonio.

Vamos a ayudar como voluntarios en lo que se necesite, y acogiendo en casa, a seis u ocho peregrinos, o los que sea necesario. Nuestro hijo Ignacio lleva todo el día preguntando cuándo van a venir. Camas no hay, pero sitio…, ¡ya lo haremos! Algunas de las niñas pueden dormir con los abuelos. Esperamos que todos los que vengan se sientan como en casa, como ha dicho el cardenal. Y también que deje fruto en el país que la acoge; en este caso en España, y en Madrid. Yo creo que ya se está notando».

Familia Carrasco Arrojo

• «Nos hemos apuntado como voluntarios y como familia de acogida, para todos los peregrinos que quepan: cuatro en camas y, recogiendo el salón, creemos que pueden caber otros diez. Nosotros dormiremos como podamos, Dios proveerá. Ahora tenemos que reforzar nuestras oraciones y nuestros sacrificios; pidiendo, primero, por las personas que van a estar alojadas en casa, y también para que nosotros seamos para ellos un ejemplo de familia cristiana. Fuimos a Roma, a la beatificación de Juan Pablo II, y en cuanto lo declararon Beato nos pusimos a pedirle por los frutos de la Jornada».

Su hijo Kike, de 18 años, añade: «Espero que la Jornada sea una experiencia única, que nos sirva para comprobar que las creencias que yo tengo las tiene un tío de la otra punta del mundo. El lenguaje común que tenemos es Cristo y el amor».

Enrique y Margarita

• «Somos del Camino Neocatecumenal, y hemos venido hoy para apoyar la Jornada Mundial de la Juventud. En la última Eucaristía ya ayudé como voluntario. Espero que el Señor me conceda poder ir a Cuatro Vientos para ayudar en lo poquito que yo pueda, porque mi mujer está mal y la tengo que atender. No hemos estado en ninguna Jornada, pero las hemos vivido en comunión, a través de los jóvenes de nuestra comunidad que fueron a Toronto, y que luego nos dieron un testimonio muy grande».

Concha

• «He venido con mi comunidad del Camino Neocatecumenal. Algunos son jóvenes, y van a participar en la Jornada como tales, y los mayores estamos de voluntarios y vamos a dejar nuestras casas. Yo estoy apuntada para tener a seis jóvenes en casa, y voy a estar pendiente de atenderlos…; y si puedo hacer algo más, pues lo haré también. Espero que la Jornada Mundial de Juventud de Madrid, el próximo agosto, sirva para reavivar la fe de los jóvenes, y que otros muchos más, viendo la alegría de esta juventud, se sientan atraídos a la fe de Jesucristo y a la Iglesia, a través del Papa. Son encuentros muy importantes para los jóvenes, y también para la Iglesia».