La JMJ se acerca, de puntillas e imparable - Alfa y Omega

La JMJ se acerca, de puntillas e imparable

María Rosa de la Cierva

Se aproxima, de puntillas e imparable, la gran celebración de la Jornada Mundial de la Juventud para la que el Santo Padre ha elegido la archidiócesis de Madrid. Nuestra gratitud a Su Santidad Benedicto XVI es, sin duda, inmensa, y por eso mismo la preparación está movida por gran esperanza y entusiasmo –actitudes que brotan del agradecimiento–. Preparación que cada día acoge más personas comprometidas en la oración y en el trabajo sin fin. El Beato Juan Pablo II, uno de los Patronos de esta Jornada, está muy presente. Él, que creó estos encuentros, nos ayudará a que se lleven a cabo alcanzando su objetivo prioritario: el encuentro de los jóvenes con Dios, su descubrimiento gozoso, su respuesta alegre y comprometida, en una palabra, la renovación cristiana de nuestra sociedad, que tanto necesitamos, a través de los jóvenes.

Las iniciativas se suceden, la colaboración crece; las dificultades, también, pero el dinamismo espiritual que atraviesa las venas de todos los miembros de la comunidad cristiana de la archidiócesis nos ayuda a transformar las dificultades en oportunidades, y a buscar respuestas eclesiales y acertadas.

Todos los momentos previstos en el programa son excelentes. Los encuentros con el Santo Padre en primer y destacado lugar. Por mi parte, llevo ya hace tiempo, en el corazón, un momento muy especial: la noche del jueves al viernes, cuando cada Paso del vía crucis vaya a su lugar asignado será una explosión de devoción, de fervor, de entusiasmo, de amor a Jesucristo que por nosotros, por cada uno, se entregó hasta morir en la Cruz. Para los jóvenes, esta inigualable muestra de arte y de amor sin medida será una experiencia transformante y transformadora. Que así sea.