«La JMJ está en nuestras manos»

Quedan menos de 100 días para la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Empieza la auténtica recta final –como titula el cardenal Rouco, arzobispo de Madrid, su Carta para esta ocasión–. Con este motivo, cerca de 8.000 personas, entre voluntarios, miembros de familias de acogida, jóvenes y fieles se reunieron el pasado domingo en el recinto Madrid-Arena, para recordar el camino recorrido, y subrayar que, aún, queda mucho por hacer para que la JMJ, en la que ya se han inscrito casi 350.000 personas, sea un éxito. El momento central del día fue la Eucaristía, presidida por el cardenal Rouco, aunque también hubo oración, espectáculo y actuaciones musicales de La voz del desierto –grupo cristiano de la diócesis de Alcalá–, David Demaría y Melocos. Entre unas y otras, tres balones gigantes recorrían todo el recinto, impulsados por los participantes. Así fue calando una idea: La JMJ está en nuestras manos.

Y está especialmente –se subrayó, a lo largo del día– en manos de los voluntarios y de las familias de acogida, que siguen faltando. Hasta ahora, casi tres mil familias han ofrecido más de nueve mil plazas, aunque «querríamos llegar a 50.000 plazas –explicó a este semanario don Gregorio Roldán, Secretario General de la JMJ–. Hay personas –sacerdotes, responsables de grupo…– que requieren un mayor cuidado. La diócesis nunca ha organizado algo así, con lo que motivar a las familias resulta novedoso. Pero no hay que tener miedo, vienen avalados. Y acoger a hermanos de otros lugares del mundo redundará en la casa que les abre las puertas». En cuanto a los voluntarios, su responsable, don Pedro Besari, explica que «ya hay más de 22.000, pero es en las parroquias donde hacen más falta: que todo el que pueda se incorpore a la suya».