Maki vuelve a sonreír - Alfa y Omega

Maki vuelve a sonreír

Macarena acaba de ser operada de encefalitis de rasmussen. Los médicos se han visto obligados a quitarle un hemisferio del cerebro para poder salvarle la vida. La familia de la pequeña Macarena puso a miles de personas a rezar. Después de 12 horas de operación, la niña vuelve a sonreír y son muchos los que continúan rezando por su pronta recuperación. El 15 de septiembre cumplirá 5 años

José Calderero de Aldecoa

Macarena Márquez tiene cuatro años y, a pesar de su corta edad, le han diagnosticado una encefalitis de rasmussen. Su enfermedad ha obligado a los médicos a tener que operarla y quitarle un hemisferio del cerebro, con el objeto de salvarle la vida.

La operación tuvo lugar el 2 de septiembre. Pero antes de que Macarena entrara en quirófano, su familia decidió hacer el caso público para que el mayor número de personas posibles rezaran por la recuperación de Maki, como se conoce a la pequeña Macarena.

Dicho y hecho, en poco más de una semana, la familia Márquez ha conseguido poner a rezar a miles de personas. «La enana acaba de entrar abrazada a su osito Lulú y sonriendo como siempre! Hay que rezar más que nunca por ella y por el médico que la opera», pedía la familia. Tanta oración parece que ha sido escuchada.

La operación tuvo lugar en el madrileño Hospital de la Paz. Además uno de los mejores neurocirujanos del mundo, desde Estados Unidos, les confirmó el diagnóstico y la cirugía. El médico salió contento de la operación y en menos de 24 horas la pequeña Maki volvía a sonreír. Todo salió bien y, actualmente, Macarena continúa su recuperación entre sonrisas.

La sonrisa de Maki

Y es que lo raro es no ver sonreír a Macarena. Según cuentan sus más allegados, Maki siempre estaba de buen humor. «Cuando todos a su alrededor estábamos con un nudo en la garganta porque le estaba dando una crisis grande, ella aguantaba, y cuando terminaba, se ponía a bailar. No ha derramado ni una sola lágrima y todos a su alrededor hemos llorado como niños (bueno, como no todos los niños). Cuando estaba un poco mejor (aunque caminase mal y estuviese medicadísima) quería jugar al escondite, correr por el jardín del hospital y hacía bromas sin parar. En la última fase de la enfermedad las crisis han sido continuas, pero temblándole constantemente la mejilla ella te cogía la cara y te daba besitos sin parar. Ayer fuimos a verla por última vez antes de la operación, y mientras yo estaba muy nerviosa por cómo iba a salir, ella bromeaba haciendo como que me quitaba la nariz y se la comía. Luego me la devolvía, eso sí. Y me preguntaba qué personaje me pedía en la peli de dibujos que estaba viendo. Y hoy, entraba al quirófano abrazada a su osito Lulú con una sonrisa en la cara. Estaba contenta porque la iban a curar», explicaba su tía Null García en su blog personal.

Ahora todos esperan, y continúan rezando, para que tenga una rápida recuperación. Esto sería un bonito regalo para el quinto cumpleaños de Macarena, que celebrará el próximo 15 de septiembre. Con tanta oración, el año y medio de ataques epilépticos, los cuatro pasos por quirófano, los dos meses que se ha pasado metida en el hospital y toda la medicación que toma Macarena, puede que esté llegando a su fin.