Las mentiras del aborto - Alfa y Omega

Las mentiras del aborto

«La admisión social del aborto se basa en la mentira, y su erradicación se conseguirá con la verdad». El Presidente del Foro Español de la Familia pide, en estas líneas, que se muestre la verdad de la vida y la maternidad, y que dicha verdad se ponga en práctica mediante el testimonio y el compromiso, con la ayuda imprescindible de leyes justas

Benigno Blanco

Se nos dijo que, con la liberalización del aborto aprobada en 2010, disminuiría el número de abortos; se nos explicó que, con la extensión del acceso a los anticonceptivos, el aborto se reduciría; se nos quiso convencer de que, con PDD sin receta, habría menos abortos; se nos intentó vender la idea de que el adoctrinamiento de los niños en los mitos de una sexualidad irresponsable y lúdica acabaría con el aborto; se nos pretendió ilustrar sobre la antropología de género como clave para la felicidad de una Humanidad liberada del dolor y la muerte. ¿Resultado? Más abortos, menos nacimientos, más divorcios, menos matrimonios, más vidas rotas, más personas solas, más mujeres abocadas a dar muerte en sus entrañas y más chicos y chicas soportando desde su primera juventud biografías hechas de dolor, muerte y sexo degradado en cuerpos gastados y almas destrozadas.

Las cifras del aborto en 2011, en España, vuelven a poner de manifiesto cómo la defensa del aborto se funda en las mismas mentiras que se repiten año tras año, en todos los rincones del planeta, con ocasión y sin ella. La admisión social del aborto se basa en la mentira, y su erradicación se conseguirá con la verdad; con la verdad sobre la vida, sobre la mujer y sobre la maternidad. La causa provida debe basarse en un amor fiel a la verdad teórica sobre la bondad de la vida y la maternidad, formuladas, una y otra vez, y sin pudores estúpidos, y a la verdad práctica del compromiso activo con la bondad de esos bienes verdaderos. Doctrina y compromiso; palabra y testimonio; ciencia y cuidado personalizado; éstas son las claves para vencer a la gran mentira del aborto.

Para superar la actual cultura del aborto hace falta difundir la verdad sobre la vida y la maternidad, su belleza y su bondad que dignifican a quienes las aprecian y protegen, y degradan a quienes las atacan y desprecian. Pero como, además, la cultura del aborto no está encarnada en regímenes y países lejanos, sino en nuestro entorno más inmediato, es también imprescindible el testimonio de compromiso con la vida de muchos en lo más cotidiano de nuestro entorno social, para que la fuerza del testimonio avale y refuerce la evidencia oscurecida de la verdad del valor de la vida.

En esta batalla, la familia es pieza fundamental. Son necesarios matrimonios que, con su ejemplo alegre, hagan visible que el amor fiel y abierto a la vida es una gozada asequible y estupenda, mujeres y hombres que reciban la vida con alegría y esperanza; el testimonio de jóvenes que aprecien y respeten su sexualidad para prepararse para matrimonios leales y fecundos; el testimonio de divorciados y mujeres que han abortado y sean capaces de mostrar que ése no es el camino.

Con la verdad sobre el hombre se vencerá a la mentirá del aborto. Y en la recuperación de esa verdad, leyes justas son medio imprescindible y necesario.