No habrá riesgo de confusión alguna - Alfa y Omega

No habrá riesgo de confusión alguna

Poco después de hacerse pública la renuncia del Papa, compareció ante la prensa el director de la Oficina de Información de la Santa Sede. El padre Federico Lombardi reconoció estar igual de sorprendido que el resto, y dejaba importantes asuntos en el aire, como el tipo de actividad que mantendrá Joseph Ratzinger tras el 28 de febrero (distintas voces aclararían después que, como obispo emérito, de ningún modo interferirá en la labor de su sucesor). Éstos son algunos momentos de la comparecencia

Redacción
El Padre Lombardi, ante la prensa

En el pasado, se ha dicho que la renuncia de un Papa podía crear un posible cisma. ¿Sabe si Benedicto XVI ha tomado en cuenta esta consideración?
Considero que ha reflexionado en la situación de manera totalmente consciente. Considero que no tenía miedo alguno de este tipo. Al decir que renuncia según lo previsto por el Derecho Canónico en vigor, no hay discusión alguna. A partir del 29 de febrero, deja de ser Papa. Ha sido Papa y nosotros le queremos mucho, pero ya no tendrá la tarea de gobernar a la Iglesia. No creo que se dé ningún tipo de riesgo de confusión en este sentido.

El Papa irá a un monasterio de monjas de clausura, y esto indica voluntad de clausura. ¿Pero tendrá libertad para salir del Vaticano?
Creo que sí. No creo que tenga que ser considerado como un detenido. Tendrá una actividad normal. Nos encontramos ante una situación inédita, y veremos cómo se vestirá el Papa.

Cuál será el apelativo de Benedicto XVI?
Obispo emérito de Roma me parece razonable. No me toca a mí establecerlo, o aconsejar esto o aquello.

¿Se han dado precedentes históricos?
Que yo sepa, aunque no soy historiador, el caso precedente es el que todos conocemos, el de Celestino V. Los otros no los recuerdo ahora; desde hace siglos no se ha dado un caso parecido.

¿Hay alguna consideración médica que ha llevado al Santo Padre a esta decisión?
No resulta que haya alguna enfermedad que influya en este tipo de decisiones. [Él mismo] dice muy claramente, con su extraordinaria sinceridad, que, en los últimos meses, ha disminuido su vigor. Todos sabemos cuál es la edad del Santo Padre. El Papa lo ha experimentado en estos últimos meses y lo ha reconocido con lucidez, valentía y sinceridad.

¿Cuándo lo ha sabido usted, padre Lombardi?
Yo siempre había tenido muy presente las respuesta que el Papa había dado sobre su intención de evaluar su condición física y espiritual (no en el sentido sobrenatural, sino en el de su capacidad de trabajo, incluso mental). Por tanto, esto no me ha sorprendido totalmente, pues él había dicho que el Papa tenía que evaluar sus propias fuerzas. Sabía que era un pensamiento del Papa. Siguiendo su actividad siempre he visto una presencia y una capacidad espiritual para afrontar las situaciones y los compromisos elevadísimas para una persona de su edad. Por tanto, no creía que sería ahora. Admiro la lucidez de sus palabras. Me ha cogido por sorpresa, como a todos. Pero sabía que el Papa podía tomar una decisión de este tipo por lo que había leído en el libro Luz del mundo, y por la gran libertad con la que ejerce su ministerio.

¿El Papa ha consultado o advertido a alguna persona?
No tengo declaraciones particulares que ofrecer. Lo que resulta evidente es que se trata de una decisión personal y no creo que nadie se la haya sugerido. Por tanto, era una decisión personal, de conciencia, con una gran responsabilidad ante Dios y la Iglesia. Merece el máximo respeto y admiración. Si él ha hablado con alguien, esto forma parte del ámbito de su autonomía.