Libros - Alfa y Omega

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Miguel Ángel Velasco

El arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Carlos Amigo Vallejo, y el arzobispo emérito de Pamplona, monseñor Fernando Sebastián, acaban de publicar sendos libros del mayor interés eclesial. El cardenal Amigo lo ha hecho en PPC, y su libro se titula Diccionario de religiosidad popular; en esta misma editorial, publicaba, hace cinco años, otro libro sobre el mismo tema, pero ahora lo ha actualizado y reestructurado, y ha incorporado nuevas reflexiones, particularmente las del magisterio pontificio y episcopal. Son estas 250 páginas mucho más que un vocabulario. Por orden alfabético, desde Apostolado seglar hasta Virgen María, va recorriendo los temas claves de la vida eclesial y de la religiosidad popular. «Estamos -escribe- ante una realidad cristiana sumamente valiosa. No se puede caer en un cristianismo intelectualizado y casi de élite, que se avergüenza de los sentimientos de las gentes y de unas tradiciones que parecen obsoletas. Si la religiosidad popular es un espléndido patrimonio de la Iglesia, sería una gran irresponsabilidad no recibirlo y atenderlo. Con una adecuada catequesis, hay que ayudar a salir de un subjetivo intimismo y llegar a la conciencia de pertenencia a una comunidad cristiana en la que se vive y se participa. Es necesaria una verdadera información acerca de la religiosidad popular para toda la comunidad cristiana». Concluye el libro con esta reflexión impagable sobre la auténtica devoción a la Virgen María según el Concilio: «La verdadera devoción no consiste ni en un afecto estéril y transitorio, ni en vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera por la que somos conducidos a conocer la excelencia de la Madre de Dios».

Monseñor Fernando Sebastián ha escrito su libro sobre María. Lo ha hecho en Ediciones Sígueme, bajo el título María, Madre de Jesús y Madre nuestra, y es un libro definitivo. En un Prólogo confidencial, confiesa que este libro es el cumplimiento de una deuda; en primer lugar, ante sí mismo, «pues me he sentido protegido por la Virgen María a lo largo de toda mi vida»; deuda también hacia algunas personas; y deuda, sobre todo, con María. A la luz del Libro Sagrado, va recorriendo con sencilla normalidad y humildad lo esencial de la Madre de Dios; y, en un último espléndido capítulo, la devoción a María y su historia a través de los siglos hasta el Concilio Vaticano II: devoción popular, los santuarios, las apariciones, etc. Es el libro de un teólogo y de un maestro en la fe. Su análisis teológico de la maternidad divina de María es sencillamente magistral. El lector encuentra auténticas perlas; por ejemplo: «El saludo del Ángel a María es un verdadero Evangelio, una buena noticia para ella»; o «No somos invitados a ir al cielo una vez que ya existimos, sino que existimos porque Dios quiere que vayamos al cielo»; o «La crisis de familia que padecemos, los nuevos modelos de familia que se proponen desde el laicismo y el ateísmo, desconocen los misterios profundos de la vida personal y familiar. Pretenden ampliar las libertades civiles, pero debilitan la fuerza y el gozo del verdadero amor, fiel, fecundo, irrevocable».