Epitafio del cardenal Carles: «Vivo lo que he creído»

«Vivo lo que he creído» es el epitafio en la tumba del cardenal Ricard María Carles, cuyos restos fueron enterrados el jueves en la basílica de los Desamparados de su Valencia natal, en cumplimiento de las últimas voluntades que dejó el arzobispo emérito de Barcelona. Su sucesor, el cardenal Lluís Martínez Sistach, destacó en la homilía que el cardenal Carles «pasó por la vida haciendo el bien, no solamente en esta querida archidiócesis de Valencia, en la de Tortosa [donde fue obispo entre 1969 y 1990] y Barcelona, sino también en el conjunto de las diócesis de España y en la Iglesia universal, como colaborador del Santo Padre». Concelebraron con el cardenal arzobispo de Barcelona, el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, el cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, y los obispos de Alicante, Castellón, Ibiza, Lérida, Tortosa y el auxiliar de Barcelona, además del Secretario General de la Conferencia Episcopal, don José María Gil Tamayo. Horas antes, en la catedral de Barcelona, concelebraron con el cardenal Martínez Sistach en una primera misa exequial el cardenal Rouco, arzobispo de Madrid, y el Prefecto para la Congregación para el Culto Divino, el cardenal Antonio Cañizares. El próximo 30 de diciembre, monseñor Enrique Benavent celebrará una misa funeral, a las 18 horas, en la catedral de Tortosa, diócesis en la que el cardenal Carles fue obispo durante más de 20 años y en la que murió.