Gentes: Antonio Torres, presidente de RedMadre (en Religión en libertad) - Alfa y Omega

El drama del aborto tiene dos víctimas: la madre, que ha visto frustrada su maternidad –por temor, muchas veces, a ser abandonada por su marido o pareja sentimental–, y el niño, cuyo derecho a la existencia se ha visto truncado por el egoísmo ciego de su propio progenitor, así como por las presiones a que se vio sometida su madre, tanto por parte de las falsas feministas que dicen defender a las mujeres, como por parte del propio Estado que ha devenido en aliado de esta solución machista.