La vida secreta de Walter Mitty. La realidad terapéutica - Alfa y Omega

La vida secreta de Walter Mitty. La realidad terapéutica

La imaginación puede usarse como instrumento para intentar evadirse de la vida, pero también se puede convertir en una aliada de la realidad, es decir, en una forma de conocimiento y en motor de la acción. Ésta es la propuesta que nos hace Ben Stiller en su versión de La vida secreta de Walter Mitty

Juan Orellana
Ben Stiller, en una escenas de ‘La vida secreta de Walter Mitty’

Los que tenemos cierta edad asociamos el título de La vida secreta de Walter Mitty al legendario nombre del cómico Danny Kaye. Aquella película estrenada en 1947 era una historia surrealista al servicio de un recital de gestos y mímica del genial actor. La historia de un personaje tímido y apocado, que compensaba su frustrante vida de sumisión con una desbordante imaginación en la que vivía unas aventuras que, en la rutina de su vida, eran inconcebibles. El guión era una adaptación muy libre de un relato escrito en 1938 por James Grover Thurber, escritor y periodista cuya carrera estuvo condicionada por su progresiva ceguera. Hoy, más de sesenta años después, el director y actor cómico Ben Stiller estrena su propia versión del relato, con el guión de Steve Conrad, guionista de El hombre del tiempo y En busca de la felicidad.

Walter Mitty (Ben Stiller) vive a caballo entre la realidad y la imaginación. Tiene periódicas ausencias en las que se imagina protagonizando diversas heroicidades de película. Su madre (Shirley McLaine) y su hermana (Kathryn Hahn) son su único mundo social, aunque él está secretamente enamorado de Cheryl (Kristen Wiig), una compañera de trabajo. Mitty es el director del departamento de negativos fotográficos de la famosa revista Life. Lleva allí muchos años haciendo un trabajo tan decisivo como silencioso y anónimo. Ahora, Life ha cambiado de dueños y se va a convertir en una revista digital. A Walter le queda una última misión gloriosa: la foto de portada del último número en papel. Pero la foto, realizada por el famoso reportero gráfico Sean O’Connell (Sean Penn), no aparece. Mitty, a pesar de ser un fantasioso, es un gran profesional, y, sobre todo, es capaz de cualquier cosa con tal de que Cheryl se fije en él. Por ello se lía la manta a la cabeza y se marcha a los lugares más recónditos del planeta para buscar a Sean O’Connell y pedirle el negativo extraviado.

La película es un interesante cóctel en el que, además de la historia romántica, se nos ofrece una bella actualización de la cervantina relación entre don Quijote y la idealizada Dulcinea, musa imaginaria del caballero andante. Además, Ben Stiller propone un intenso homenaje al mundo del fotoperiodismo, así como al reporterismo clásico en general. Pero también el film alberga su lectura filosófica, y, apoyándose en el lema de la revista Life, subraya el valor positivo de la vida, como aventura llena de encuentros tan inesperados como maravillosos. El film tiene un tono singular, entre contemplativo y trepidante, en el que la belleza de los paisajes reales, la intensidad de las relaciones, tienen mucho más interés que los espectaculares momentos oníricos.

Fotograma de ‘La vida secreta de Walter Mitty’

De las películas más navideñas de las vacaciones

Es interesante hacer notar que, mientras la Navidad comercial se basa en la pura imaginación, en la creación de mundos irreales llenos de trineos, nieve, elfos y Papánoeles, La vida secreta de Walter Mitty pone el acento en que es la realidad la que nos rescata, y no la pura imaginación dejada a su aire. La meta ideal de Mitty es mirar a los ojos a la mujer que ama, y no soñar con ella en oníricos encuentros paradisiacos. Curiosamente, esta reflexión de la película recuerda mucho a las palabras del Papa con motivo de la Navidad: «La presencia de Dios en medio de la Humanidad no se realiza en un mundo ideal, idílico, sino en este mundo real. Él eligió habitar nuestra Historia así como es, con todo el peso de sus límites y de sus dramas, para salvarnos, para levantarnos del polvo de nuestras miserias, de nuestras dificultades».

Estoy seguro de que Ben Stiller no pensaba en la Navidad al rodar esta comedia romántica, pero el hecho es que La vida secreta de Walter Mitty es, junto a Una vida sencilla, una de las películas más navideñas de estas vacaciones.

La vida secreta de Walter Mitty
Director:

Ben Stiller

País:

Estados Unidos

Año:

2013

Género:

Aventura

Público:

+7 años