Cristina Sánchez recibe el Premio Lolo de Periodismo Joven 2015. Joven maestra de periodistas - Alfa y Omega

Cristina Sánchez recibe el Premio Lolo de Periodismo Joven 2015. Joven maestra de periodistas

«El compromiso con el trabajo bien hecho» y «la excepcional sensibilidad social y solidaria que Cristina Sánchez ha demostrado en el ejercicio de su profesión» son las cualidades destacadas por la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España al entregar a esta periodista de Alfa y Omega su Premio Lolo de Periodismo Joven 2015

Ricardo Benjumea

Cristina Sánchez Aguilar, «una gran periodista joven que, desde las páginas de Alfa y Omega, nos enseña a todos y muy bien, incluidos a los veteranos, cómo debe ejercerse el periodismo, con rigor y gran profesionalidad». Así definía el lunes el presidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE), Rafael Ortega, a la galardonada con el Premio Lolo 2015.

Presidió el acto el obispo de Guadix y presidente de la Comisión episcopal de Medios de Comunicación, monseñor Ginés García Beltrán, quien agradeció el «servicio a la Iglesia» de Cristina Sánchez desde Alfa y Omega y desde sus colaboraciones en COPE y en otros medios. El fallo del jurado, leído por Álvaro de la Torre, secretario general de la UCIPE, afirma que Cristina Sánchez, de 32 años, se ha hecho merecedora de este galardón tanto por «el compromiso con el trabajo bien hecho, que siempre ha demostrado», como por «la excepcional sensibilidad social y solidaria que ha demostrado en el ejercicio de su profesión, dando voz a los pobres y excluidos». La premiada —destaca el fallo— colabora en diversos proyectos solidarios con el Tercer Mundo.

Elsa González, presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Prensa, anfitriona de la entrega del premio, coincidió en resaltar tanto la sensibilidad humana como la profesionalidad de la galardonada, y aludió en particular al vínculo de Sánchez Aguilar con Manos Unidas, organización que, en 2011, le concedió su premio de periodismo.

Tiempos inciertos

Monseñor García Beltrán aludió a las dificultades que atraviesa la profesión periodística, azotada por la precariedad laboral y por las inciertas consecuencias de los cambios tecnológicos. En este difícil contexto, el reto para el periodista católico es mantener la centralidad del ser humano y el amor a la verdad. «Los cristianos hemos de dar noticias que siempre tengan rostro humano». Esto, señaló, es lo que distingue a Cristina Sánchez.

Entre las personalidades que asistieron a la entrega, estuvieron José Gabriel Vera, director del Secretariado de Medios de Comunicación Social y de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española; el presidente de la Fundación Crónica Blanca, Manuel Bru; los directores del semanario Vida Nueva (José Beltrán) y de la revista Mundo Cristiano (Darío Chimeno), el responsable de información religiosa del diario La Razón, Fran Otero, y varios comunicadores de COPE y de otros medios de información religiosa. También acudió el hasta hace un año director de Alfa y Omega, Miguel Ángel Velasco, a quien Rafael Ortega dedicó unas palabras de reconocimiento.

Tampoco se quiso perder la entrega del premio el sacerdote Rafael Higuera, postulador de la causa de canonización de Manuel Lozano Garrido, Lolo. Higuera regaló a Cristina Sánchez una selección de libros del beato.

«Recibir un premio es un acicate», pero más aún cuando lleva el nombre de Lolo, dijo la premiada, quien recordó que, a su llegada a Alfa y Omega, uno de sus primeros trabajos fue la cobertura de la beatificación de Lolo en Linares, una figura hasta entonces desconocida para ella. «Fue mi bautizo en el periodismo religioso». Cinco años después, «veo que el beato Lolo me ha cuidado y me cuida desde el cielo. Lo tengo cristalino».

Sánchez destacó la importancia de poner a «la persona en el centro» de la profesión periodística. El periodista sólo es «el instrumento, el boli, el puente» que une a los protagonistas de las historias «con las personas que las leen, y necesitan saber que hay gente en el mundo cuyas historias merecen ser contadas y que nos cambian la vida a todos». Esto es lo que hace «tan maravillosa esta profesión».

Acompañaron a Sánchez varios de sus alumnos del Máster en Periodismo Social de la Universidad CEU San Pablo y la Fundación Crónica Blanca. «No hay nada más bonito que enseñar a otros que vienen detrás que hay una forma de hacer periodismo unida a doctrina social de la Iglesia, a la dignidad del ser humano, al amor de Dios y a la fe que tenemos», dijo.