«El nacimiento del IEME fue un cambio de mentalidad muy fuerte. Hasta entonces solo los religiosos iban a la misión» - Alfa y Omega

«El nacimiento del IEME fue un cambio de mentalidad muy fuerte. Hasta entonces solo los religiosos iban a la misión»

El Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) cumple 100 años en un momento de «escasez vocacional» pero al mismo tiempo «apasionante» ante la apertura de «nuevos caminos» para la misión, ha subrayado el director general

José Calderero de Aldecoa
Foto: José Calderero de Aldecoa

La aparición del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) hace ya 100 años, que nació para alentar a la misión de los sacerdotes diocesanos españoles, «fue un cambio muy fuerte» para la mentalidad de la época. «Hasta esa fecha en España solo las congregaciones religiosas se sentían implicadas en la cuestión misionera y la preocupación y el compromiso con la situación del mundo no se consideraba tarea de las diócesis españolas», ha asegurado este martes el director general del IEME Luis Ángel Plaza durante la presentación del centenario.

En su fundación, tuvo mucho que ver un sacerdote santanderino, Gerardo Villota, que trabajó durante gran parte de su vida contra la mentalidad de la época y para posibilitar la misión en el extranjero del clero diocesano español. En este sentido, Villota creó el Colegio Eclesiástico de Ultramar pero murió poco después sin ver culminada su obra.

Fue el Papa Benedicto XV quien recogió la semilla del sacerdote cántabro, nombró al cardenal Juan Benlloch como obispo de Burgos en 1919 y le pidió que preparara sacerdotes para salir al extranjeros. «Al Papa le preocupaba la situación después de la Primera Guerra Mundial y quería ver presente a la Iglesia en los lugares de mayor sufrimiento», ha asegurado Plaza.

El cardenal Benlloch abrió entonces el Seminario Misionero de Burgos en 1920, institución que posteriormente se convirtió en el Instituto Español de Misiones Extranjeras. «Con su apertura, se inicia la implicación y apertura de las diócesis y de los sacerdotes de España para la misión universal y para la realidad del mundo, fuera de las propias fronteras».

Han sido 100 años de muchas alegrías, ha subrayado el director general, «de mucho amor y entrega a los pobres y a la misión de Jesús. Son muchos los frutos positivos conseguidos por los más de 500 misioneros que han salido de casi todas las provincias de España». Aunque «estos años también han tenido muchos sacrificios, sufrimientos y cruces; son bastantes los momentos difíciles, las persecuciones, prisiones y hasta muertes violentas en la misión».

En la actualidad, el IEME está formado por 120 sacerdotes misioneros que están presentes en los cinco continentes. «A pesar de la escasez de vocaciones, estamos en un momento apasionante. Se están abriendo nuevos caminos. Por ejemplo, algún sacerdote de más edad que se está animando a ir a la misión», ha concluido Luis Ángel Plaza.