Palomas y depredadores - Alfa y Omega

Palomas y depredadores

Redacción

Se llamaba Nicolás Campolongo, tenía tres años y fue quemado vivo, por la Mafia, hace unos días, en el sur de Italia, dentro de un coche, mientras su madre estaba en la cárcel. El Papa Francisco, en el ángelus del domingo pasado, advirtió que «este ensañamiento sobre un niño tan pequeño parece no tener precedentes en la historia de la criminalidad. Rezamos con él, que seguramente está en el cielo, por las personas que cometieron este delito, para que se arrepientan y se conviertan al Señor». El Papa quiso tener junto a él a dos niños en la ventana de su estudio. Liberaron a dos palomas blancas, una de las cuales fue víctima de la voracidad de una gaviota y de un cuervo. El Papa habló de la violencia en diversas partes del mundo y recordó a los enfermos de lepra, en la Jornada Mundial contra esa enfermedad.