«Un imperativo de nuestra fe»

«En el año del 50 aniversario de la Nostra aetate [la Declaración conciliar sobre el diálogo con judíos y musulmanes], estamos convencidos de que el diálogo interreligioso, y, en nuestro caso, el diálogo cristiano-musulmán, es no sólo necesario para construir la paz, sino un imperativo de nuestra fe». Así arranca la declaración final de los obispos y delegados europeos encargados de las relaciones con el Islam, celebrada del 13 al 15 de mayo en San Mauricio, Suiza. La Conferencia Episcopal Española estuvo representada por el obispo auxiliar de Madrid monseñor Juan Antonio Martínez Camino, que presentó experiencias de diálogo con los musulmanes en España, un diálogo especialmente necesario en unos momentos en los que el Islam es asociado con violencia.

El gran tema de preocupación y debate ha sido la creciente radicalización de algunos jóvenes musulmanes en Europa, junto a las reacciones islamófobas que esto ha provocado. El Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean Louis Tauran, subrayó que «la inmensa mayoría de musulmanes no se reconocen en las acciones bárbaras» perpetradas por la minoría fundamentalista, pero al mismo tiempo pidió a los líderes musulmanes que aíslen a «los extremistas y terroristas que buscan justificación religiosa para sus actos». También animó a los líderes islámicos a abrirse a un diálogo entre la fe y la razón, y a «aplicar criterios hermenéuticos a los textos coránicos», superando las interpretaciones de tipo literal.