En la muerte de monseñor Tena - Alfa y Omega

En la muerte de monseñor Tena

Redacción

Pedagogo de la reforma litúrgica, Trabajador incansable al servicio de la Iglesia, o Liturgista de influencia internacional son algunos de los términos con que los medios han definido estos días a monseñor Pere Tena Garriga, obispo auxiliar emérito de Barcelona y uno de los liturgistas de mayor prestigio tras el Concilio Vaticano II, que falleció el pasado 10 de febrero, a los 85 años. Y no era para menos: nacido en L’Hospitalet de Llobregat, monseñor Tena estudió en el Seminario de Barcelona y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde descolló como una autoridad en el campo de la liturgia. En Barcelona, fundó el Centro de Pastoral Litúrgica, que ha tenido gran influencia en la aplicación de la reforma litúrgica del Concilio, en España y en Iberoamerica. De 1987 a 1993, fue Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; en 1993, fue nombrado por Juan Pablo II obispo auxiliar del arzobispo de Barcelona, el cardenal Ricardo María Carles, y de 1997 a 2002, presidió la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española.