El obispo responsable de trata a los clientes de prostitución: «No seáis cómplices» - Alfa y Omega

El obispo responsable de trata a los clientes de prostitución: «No seáis cómplices»

«Estoy seguro de que a nadie le agradaría ver a su madre, a su hermana o a su hija sin la dignidad debida y como esclavas del siglo XXI», explica Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria

Fran Otero

Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria y responsable del Departamento de Mujeres y Trata de la Conferencia Episcopal ha querido lanzar un mensaje con motivo de la celebración este sábado de la jornada eclesial dedicada a la reflexión, concienciación y acción sobre la trata en el que se dirige principalmente a los ‘clientes’ de prostitución: «Si hay trata es porque hay clientes, por lo que a ellos me dirijo: no seáis cómplices de una red que denigra a la mujer, la cosifica como mero objeto sexual y hace negocio con su cuerpo y su vida».

Del mismo modo, apunta que detrás de «esta esclavitud hay mucho dinero y muchos intereses» y, por ello, apela a las administraciones públicas y las fuerzas de seguridad «a ser constantes, pese a las dificultades, en acabar con el tráfico de seres humanos y especialmente de mujeres».

«No hay justificación alguna que sirva para forzar a mujeres a ser explotadas sexualmente o usadas como moneda de cambio», explica, al tiempo que espera que «la sensibilidad humana nos haga ver lo nocivo que es esto para la mujer y para toda la sociedad». Y añade: «Estoy seguro de que a ninguno le agradaría ver a su madre, a su hermana o a su hija sin la dignidad debida y como esclavas del siglo XXI, tratadas como meros objetos para el lucro de unos pocos o bajo la explotación o la trata».

En su opinión, la lucha contra la trata es «una responsabilidad de todos», especialmente de «educadores, medios de comunicación, redes sociales, plataformas digitales y productoras de series y películas», que tanta influencia tienen sobre los jóvenes y a los que pueden ayudar «a no caer en estas redes y a crecer en un nítido rechazo a tratar a ninguna mujer como objeto sexual».

El obispo de Vitoria concluye con un reconocimiento explícito a la labor de la Iglesia católica en este campo. Y pone como ejemplo una iniciativa muy cercana a él, Berakah, de las parroquias del casco antiguo vitoriano, que ayudan y protegen a las mujeres en situación de prostitución. «En nuestra realidad más cercana, convivimos con mujeres explotadas y clientes sin la conciencia formada en este asunto. No podemos mirar a otro lado y por eso actuamos», concluye.