Muchos alumnos ya no son cristianos - Alfa y Omega

Muchos alumnos ya no son cristianos

Nuestro cardenal arzobispo, don Antonio María Rouco Varela, ha mantenido esta conversación con Javier Alonso Sandoica, en la Cadena COPE, ante el comienzo de la Misión Madrid en los colegios:

Javier Alonso Sandoica
Cartel de la ‘Misión Madrid’ en los colegios

Estamos en la semana central de la Misión Madrid en los colegios, pero el curso entero ha sido programado y llevado a cabo, sobre todo en los colegios de titularidad católica, misioneramente, de forma que la preparación, en lo que tiene de oración, de catequesis, de inspirar la vida del colegio, incluyendo la acción educativa, ya incluía elementos de la Misión. Todo eso se está desplegando esta semana, en muchos colegios de Madrid, a través de un programa en el que todas las mañanas, lunes, martes, miércoles y jueves, la comunidad educativa va a vivir el anuncio de Jesucristo, de la Palabra de Dios, de forma catequética. Los temas tienen un sentido profundamente evangélico; dicho de otro modo, tienen que ver con la sustancia de la fe: el primer día es el anuncio de que el reino de Dios ha llegado, que hay que convertirse; el segundo es la llamada del Señor a seguirle; el tercero, la experiencia, o el anuncio, de que esa llamada del Señor, en ese seguimiento, se convierte en Iglesia, en comunidad de los creyentes; luego, llega el momento de acoger el envío para ser testigos de la fe, que se alimenta y se vive en la Iglesia, en todo el mundo, empezando en la escuela, en la comunidad educativa y en el entorno de la misma. Y, por último, el viernes tendremos, en la explanada de la catedral de la Almudena, el final de esa semana de gran misión en todos los colegios de Madrid: una parte previa de testimonios, también un fin de fiesta cristiano y, luego, a las 12 horas, la Eucaristía, cuyo leitmotiv va a ser: Haced esto en memoria de Mí. Va a ser muy eucarístico, va a tener mucho que ver con la persona del Señor y su cercanía a los niños, a los profesores, a las familias, y la invitación a no olvidarle nunca, no sólo desde el punto de vista psicológico, sino en la vida, en la celebración de los misterios de la fe, participando fielmente, todos los domingos, en la Misa, en la celebración de la Eucaristía, en la parroquia, o el lugar de la comunidad cristiana, normalmente la parroquia.

Un reclamo misionero que no se puede eludir

La situación de muchos alumnos en los colegios de identidad católica es de primer anuncio; o han recibido la fe y la tienen como dormida.
En los colegios de Madrid, sobre todo en ciertos barrios, colegios del Estado, pero también colegios concertados, el número de alumnos que ya no son católicos, ni siquiera cristianos, ya tiene su relevancia. En mis Visitas pastorales de estos días, en la zona de Vallecas, me dicen: «No, yo en mi colegio tengo alumnos de 28 nacionalidades», que vienen de China, de otros países de Asia, del Próximo Oriente, del norte de África, etc., que no son cristianos. Desde ese punto de vista, en los colegios de titularidad católica y en otros en donde se imparte la clase de Religión, hay una oportunidad, casi casi un reclamo misionero, que no se puede eludir. Efectivamente, ya vienen con mucho déficit y con muchas carencias, bastantes niños, porque su familia, sus padres no se hayan preocupado de darles esa educación primera en la fe que conocimos los que somos un poco mayores. Al faltarles ese primer anuncio, que casi lo vives mamándolo de tu madre, pues efectivamente hay déficit.

Por eso, la Misión tiene, para ellos, un primer objetivo: despertarles el ansia de la fe, incluso la curiosidad por saber quién es Cristo, el Señor. Y va a ser, por tanto, para ellos una acción muy misionera. Y para los demás, para que sean más fieles a lo que han recibido, para que conozcan más profundamente a Jesús, el Evangelio, la Iglesia, que conozcan que son miembros de la Iglesia, y que tienen obligación de ser testigos de la fe, aunque sean niños; los niños lo hacen muy bien, ¡eh!, cuando quieren ser testigos de la fe y misioneros, y quieren participarlo y compartirlo en la vida.

Porque, en el fondo, la Misión no es ninguna novedad, porque se basa en una vida arraigada en los sacramentos, en la oración, en la vivencia del Domingo…
Pues sí, eso es la Misión. La Misión conduce al encuentro con Cristo; luego, ese encuentro se traduce en realidad, no sólo oída, sino entrañada en la propia existencia; por lo tanto, es una conversión que te lleva, sobre todo, al sacramento de la Eucaristía aun si eres niño, y a vivir cristianamente en tu casa, en el colegio, en la calle, en fin, en todos los ámbitos en donde se desarrolla la vida de las personas y la vida de los niños en este caso.

Para que el mundo crea que Tú me has enviado, es el lema elegido, por la Delegación de Enseñanza, para la Misión Madrid en los colegios…
Será bueno también pedir por el fruto de la Misión, durante todo el año, y encomendarle a la Virgen, Reina de las Misiones y Madre de la Iglesia, que nos ampare. Vamos a recordarla bajo la advocación de Santa María de la Almudena. Y la Misión va a tener misioneros: hay que pedir por ellos, y para que la respuesta que encuentre en el corazón de los niños y de los jóvenes sea el a Cristo.