La presidenta de CONFER anima «a transmitir y contagiar esperanza» - Alfa y Omega

La presidenta de CONFER anima «a transmitir y contagiar esperanza»

Los obispos de la Comisión de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal reconocen que son signo de que «el mal no tiene la última palabra»

Fran Otero
Foto: CNS

Con motivo de la Jornada de la Vida Consagrada que se celebra este domingo, la presidenta de CONFER ha publicado un breve mensaje en el que, al hilo del tema de este año, La Vida Consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente», anima a los consagrados españoles «a mirar la realidad y descubrir a este Dios que la habita, a este Dios que nos invita a reconocer en el reverso de la historia su acción que es esperanza para los sufrientes».

El texto, que también firma el vicepresidente de esta entidad eclesial, Jesús Antonio Diez, continúa: «Acoger con María a este Dios que se hace don en nuestra vida y que quiere ser entregado a través de ella, a este Dios que nos transforma en misión, nos lleva inevitablemente no solo a vivir con esperanza, confiadamente, abrazando el hoy y el futuro, sino también a ser mujeres y hombres que transmiten y contagian esperanza. No, como decíamos en nuestra Asamblea General, una esperanza fácil e ingenua, sino una esperanza recia que se transforma en compromiso cotidiano con el sufrimiento de nuestros hermanos, en palabra que anuncia con sencillez la cercanía de Dios, en presencia que permanece, como María al pie de la Cruz, al lado de los crucificados de nuestro mundo».

Por ello, invita a los religiosos a «renovar la experiencia de agradecimiento porque el Señor, como María nos llama a ser cauces de su Misericordia para el mundo, para los pequeños, para los excluidos, para los sufrientes».

Religiosos que, según el último informe estadístico de CONFER, se integran en España en 409 congregaciones religiosas (300 femeninas y 109 masculinas) que se reparten por todo el país en 4.785 comunidades (3.426 femeninas y 1.359 masculinos). En total, son 38.688 (28.525 mujeres y 9.240 hombres). Madrid, Barcelona, Valencia, Pamplona y Tudela y Zaragoza, son las diócesis que albergan un mayor número de consagrados.

Respaldo episcopal

También con motivo de esta jornada, los obispos de la Comisión para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal reconocen en un mensaje la labor que desempeñan los religiosos en nuestra sociedad. Citan, en concreto, cómo atienen a madres con dificultades, luchan por la vida del no nacido, cuidan a ancianos abandonados, enfermos y a personas vulnerables; se dedican a la educación de niños y jóvenes; están cerca de los encarcelados, de los que sufren violencia, persecución o explotación; llevan aliento y consuelo a quienes sufren tristeza, incomprensión, rechazo, angustias, desesperación… «Pero, sobre todo, son fuente de esperanza en todas las situaciones porque entregan al mundo a Jesucristo, es decir a Aquel que vino a dar sentido al sufrimiento y la muerte. […] Los consagrados anuncian que el mal no tiene la última palabra, porque el Bien (Dios) es más fuerte», concluyen los prelados.

Algún obispo, como el cardenal de Barcelona, Juan José Omella, se ha sumado a este reconocimiento de una manera particular. En su última carta personal dice de que los miembros de la vida consagrada «han renunciado a muchas cosas para vivir intensamente su relación con Dios» y sean capaces «de dar la propia vida por unas creencias». Personas que «invierten casi las 24 horas del día, 365 días al año» y que, a veces, «tienen que multiplicarse por cuatro para llegar a todo». «Sin embargo, la alegría casi siempre se refleja en su rostro a pesar del cansancio, de la falta de recursos y de las pocas horas de sueño. Los consagrados no cambiarían su vida por nada del mundo. Saben que Dios siempre estará a su lado», añade.