«Como Pedro, se ha fiado» - Alfa y Omega

«Como Pedro, se ha fiado»

«Es impresionante la responsabilidad» del sucesor de Pedro. «Pero él sabe que no está solo»: delante de él va Cristo, y le acompaña la oración de los fieles. Los obispos de España saludan, en sus cartas, al Papa Francisco

María Martínez López
El Papa Francisco, durante la Misa de inicio de pontificado

«Qué belleza tiene la catolicidad!», se ha admirado monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, en su mensaje. Durante el Cónclave –explica–, «cardenales de países, culturas y razas diferentes, reunidos y abiertos a la acción del Espíritu Santo, han elegido sucesor de Pedro a Francisco. Hemos vivido la fiesta de la catolicidad, hemos experimentado el signo de Pentecostés», del que nace una nueva comunidad que «une a todos los pueblos en una familia y bajo un mismo Pastor».

«¡Es tremenda e impresionante la responsabilidad que desde hoy asume el sucesor de Pedro, el Papa Francisco! Pero él sabe –apunta monseñor Gerardo Melgar, obispo de Osma-Soria– que no está solo, que delante de él va Cristo que, en ningún momento, ha dejado el timón de su Iglesia. Como Pedro», el Papa Francisco «se ha fiado del Señor» y ha echado las redes «en el mar de la Humanidad, para que así el Evangelio siga siendo anunciado» hasta los confines del mundo. Monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos, añade que el Papa «estará muy acompañado por toda la Iglesia, especialmente por los cristianos sencillos». Ya durante el Cónclave, «he comprobado que toda la Iglesia estaba en oración. Tal es así, que para mí esa comunidad orante ha sido el gran elector del último Cónclave. ¡Dios escucha y atiende al que le suplica con humildad y perseverancia! Esa cadena de oración va a continuar».

Monseñor Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, se ha dirigido en su mensaje a «las personas de buena voluntad» que, sin sentirse parte de la Iglesia, «son conscientes de lo que el magisterio del Papa representa para la humanidad». Les invita a recibirle «con respeto y esperanza» pues, aunque la misión de la Iglesia «no es de orden político, económico o social», el Papa, «desde su propia misión religiosa, aporta luces y energías decisivas para robustecer la unidad» y la paz.

También el obispo de Cádiz-Ceuta, monseñor Rafael Zornoza, tiene un pensamiento para este mundo secularizado, que tanto ha mirado estos días a Roma. «¿Quién dice la gente que soy yo?», preguntó Jesús a sus apóstoles. «Hubo opiniones para todos los gustos. Y me imagino a Nuestro Señor riéndose por dentro, como hoy también sonríe, seguramente, ante tantos comentarios que intentan descifrar el misterio de la sucesión apostólica». En el Cónclave, «lejos de ser unas elecciones políticas donde gana un bando u otro, gana el que cree. Ésta es nuestra victoria: nuestra fe».

Conversión y ascética

La trayectoria del Papa, que monseñor Adolfo González Montes describe en su Carta, es el «resultado de un propósito de fidelidad a la tradición de fe y a la espiritualidad de san Ignacio, polarizada en la vida interior como experiencia de conversión y ascética del seguimiento de Cristo, que había de traducirse en un porte exterior y un estilo de vida austero y humilde. Su solidaridad» con los que sufren «y su recia defensa de los derechos humanos frente a los abusos del poder político le revelan como un pastor de reconocida proyección social por razones evangélicas, y alejado de la ideología militante de algunas formas de teología liberacionista».

Con su elección, concluye el obispo de Ciudad Rodrigo, monseñor Raúl Berzosa, «se ha mostrado que la renuncia del Papa Benedicto no ha sido un mirar hacia atrás, sino un impulso profético de futuro para dejar manos libres al Espíritu, que es quien conduce la Iglesia, en estos momentos históricos, tan delicados como apasionantes».

Hispanoamérica saluda a su Papa

Los obispos de Hispanoamérica han recibido con especial alegría al primer Papa procedente de esta región. Hispanoamérica será también, previsiblemente, el primer continente que visite. El cardenal Raymundo Damasceno, Presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, ha asegurado que el Papa le ha confirmado que asistirá a la JMJ de Río de Janeiro. Varias Conferencias Episcopales, como las de Venezuela, México, Bolivia y Costa Rica, resaltan que el hecho de que el Papa sea iberoamericano, además de ser un honor y un «signo claro del amor de Dios por las Iglesias que peregrinan en estas tierras», les compromete a renovar su fidelidad al ministerio petrino y a «brindar lo mejor de sí para la vida de la Iglesia universal». Con todo, los obispos bolivianos subrayan que lo más importante no es la procedencia del Papa, sino «la presencia y acción del Espíritu Santo, que fue posible gracias a la fe de millones de fieles en todo el mundo». En este sentido, monseñor Fortunanus Nwachukwu, Nuncio apostólico en Nicaragua, subrayó que el Papa «ha superado todos los pronósticos, lo que significa que no es un Papa regalado a la Iglesia por cualquier ser humano, es un Papa que Dios omnipotente ha dado a su Iglesia».

Monseñor Faustino Armendáriz, obispo de Querétaro (México), ha recordado que, cuando el cardenal Bergoglio estaba al frente del equipo que redactó el Documento final de la V Conferencia del CELAM, en Aparecida, «pasaba personalmente» por los grupos de reflexión y les aconsejaba que, al opinar, pensaran «primero en sus comunidades, aquellas que presiden». Así, quería lograr un texto «muy pastoral». El nuevo Papa –añade– «conoce muy bien el proceso evangelizador» que este encuentro ha generado, y –pronostica– esto influirá en la Exhortación apostólica del Sínodo de los Obispos para la nueva evangelización.