Luces y sombras de la relación Chávez-Iglesia - Alfa y Omega

Luces y sombras de la relación Chávez-Iglesia

Redacción

La Iglesia, «por encima de cualquier discrepancia o diferencia», acompañó al fallecido Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, «en los momentos más difíciles de su existencia», como cuando estuvo en prisión en el cuartel San Carlos, o durante el breve golpe de Estado de 2002. Así lo recordó el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas (en la foto), durante la Misa de exequias por el eterno descanso del mandatario, celebrada en Roma, el 8 de marzo.

Estuvieron cerca en vida. Y también tras la muerte. El pesar de los obispos por su fallecimiento ha sido reiterado en multitud de ocasiones. La Conferencia Episcopal Venezolana emitió un comunicado, a las pocas horas de conocerse la noticia, expresando «su más sincera condolencia» y asegurando «su piadosa oración por el eterno descanso en Dios» del Presidente. También pidieron a los venezolanos «conservar, entre todos, la calma y la paz».

Desde que Chávez llegó al poder, en 1999, mantuvo constantes enfrentamientos con la Iglesia católica. Uno de los más llamativos fue tras el referéndum de reforma constitucional, que establecía que todas las instituciones debían actuar acorde con la ideología socialista, lo que generó la respuesta de la Conferencia Episcopal Venezolana. Chávez ordenó al entonces ministro Maduro la revisión de los convenios con la Santa Sede. Aunque, según monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, quien ofició su funeral de Estado, «en los últimos tiempos, pudimos oír de sus labios que él se aferraba a Cristo».