«Tiene que verse con más claridad la dimensión social del Evangelio» - Alfa y Omega

«Tiene que verse con más claridad la dimensión social del Evangelio»

La XXXV Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) celebrada en Santo Domingo ha elegido como Presidente al cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez para el próximo cuatrienio. La evangelización –dice el arzobispo de Bogotá en una entrevista a Radio Vaticano– es la gran prioridad de esta institución. Campos en los que debe volcarse el CELAM a su juicio son «la construcción de la paz en nuestros países» y la justicia social

Redacción

«El principal y único desafío de la Iglesia es el desafío siempre permanente de cómo llevar el Evangelio», dice a Radio Vaticano el nuevo Presidente del CELAN. La finalidad de esta institución –aclara– es «apoyar a las conferencias episcopales en sus tareas evangelizadoras, y por lo tanto el gran desafío nuestro como Consejo es ver en qué manera todas las actividades nuestras apoyan la evangelización en los diferentes países que forman parte de este Consejo. Y, asimismo, el desafío fundamental es siempre saber interpretar la presencia salvadora de Dios para iluminarla con la presencia de Cristo nuestro Señor y poder ofrecer el apoyo concreto que se necesita en todos los campos».

«En el campo de ir a los más pobres, por ejemplo, a los más necesitados, en el campo de la construcción de la paz en nuestros países a partir de una mayor justicia y solidaridad, el apoyo concreto de todo lo que tiene que ver con los procesos de iniciación cristiana y de formación permanente para todos los miembros del pueblo de Dios: los laicos, los consagrados, los ministros», añade.

«Por lo tanto, los desafíos son muy grandes y todos parten de un único desafío que es cómo apoyamos a las iglesias particulares en los diferentes países a ser cada vez más eficaces en sus procesos de evangelización».

En el primer día de asamblea, monseñor Carlos Aguiar Retes, presidente saliente del CELAM, presentó algunos puntos relevantes de los 4 años de ejercicio 2011-2015. ¿Qué nos puede decir del camino del CELAM en este último cuatrienio?

Nosotros hemos estado -yo hablo de nosotros porque yo era el primer vicepresidente y la presidencia trabaja siempre en un equipo bastante compacto-, durante este tiempo que terminó, reestructurando el CELAM para que pueda prestar mejor su servicio. Por eso estamos en el proceso de unificar las sedes en Bogotá para ser más eficaces y para ser más ágiles en el servicio que tenemos que prestar. Hemos estado también en la tarea de unificar los centros de formación que teníamos en un solo centro con diferentes escuelas. Hemos estado en la tarea de hacer que las actividades no sean simplemente puntuales sino que respondan a procesos a largo plazo que permitan llevar masivamente el apoyo del CELAM a las conferencias episcopales. Por lo tanto el balance de estos cuatro años ha sido muy positivo pero indudablemente que los retos continúan y continúa todo el proceso de edificación de la nueva sede, continúa todo el proceso de consolidación del centro de formación, el ITEPAL, continúan los procesos de reorganización de los departamentos a que respondan con mayor claridad a las diferentes dimensiones de la evangelización.

Durante la asamblea tuvo lugar la exposición del cardenal Marc Ouellet titulada Proyección del CELAM a la luz del magisterio del Papa Francisco. ¿Qué nos puede decir al respecto?

Fue sumamente interesante el planteamiento que hizo el cardenal Ouellet [Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina] sobre lo que podría ser el CELAM a la luz de magisterio del Papa. Interesante sobre todo porque una vez más constatamos cómo el magisterio del Papa Francisco es sumamente exigente para que nuestras Iglesias particulares y el CELAM como apoyo a estas iglesias particulares sean cada vez más misioneras, cada vez más evangelizadoras. El CELAM, por lo tanto, tiene que asumir la doctrina del Papa especialmente en el campo de la Iglesia en salida, de la Iglesia que va a las periferias, de la Iglesia que se preocupa por los pobres, los marginados. Por lo tanto, tenemos que hacer un gran esfuerzo para lograr que cada vez más impulsemos todos los procesos evangelizadores y que se vea con mayor claridad la dimensión social que tiene el Evangelio.

Ser presidente del CELAM es una gran responsabilidad porque significa el que bajo mi iniciativa (podríamos decir así) se va a jugar ese apoyo a las Iglesias durante estos cuatro años. Yo estoy muy confiado en el apoyo que brinden todos los otros elegidos, conmigo, los demás elegidos de la presidencia, los vicepresidentes, el secretario general, los presidentes de los departamentos. Ese apoyo va a ser sumamente importante porque tenemos que animar desde el CELAM la evangelización en América latina y esto es indudablemente una tarea sumamente compleja que fácilmente supera las fuerzas de una persona, por eso el trabajo en equipo es sumamente importante. Muchísimas gracias por haberme dado la oportunidad de dialogar con ustedes y estoy siempre dispuesto a seguir dialogando.

RV / Redacción