Relatos que alimentan la vida - Alfa y Omega

Relatos que alimentan la vida

Los premios Alfa y Omega de cine premian historias en las que acaba emergiendo «la verdad de lo que somos, incluso en la heroicidad ignorada de la vida cotidiana»

Alfa y Omega
Foto: Wilson Webb

Pocos días después de los Goya y apenas unos días antes de los Óscar, Alfa y Omega selecciona las 20 mejores películas del año 2019. El jurado capitaneado por Juan Orellana ha tenido en cuenta los aspectos técnicos y artísticos, a imagen y semejanza de lo que ocurre en las grandes ceremonias de estos días, pero sobre todo ha querido poner en valor historias en las que, de una forma u otra, acaba emergiendo «la verdad de lo que somos, incluso en la heroicidad ignorada de la vida cotidiana».

Como recuerda el Papa Francisco en su mensaje para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, revelado el pasado 24 de enero, fiesta de san Francisco de Sales, el hombre necesita historias que le permiten «custodiar su propia vida». «Es un ser narrador porque es un ser en realización, que se descubre y se enriquece en las tramas de sus días», asevera.

Así, entre las cintas premiadas hay acertadas revisiones de clásicos como Mujercitas, sobrias narraciones de detectives como El crack cero, sinceras autobiografías como Dolor y gloria o descarnados retratos de la violencia existente en nuestra sociedad como Joker… Con sus virtudes y sus defectos, «nos enseñan; plasman nuestras convicciones y nuestros comportamientos; nos pueden ayudar a entender y a decir quiénes somos».

En muchas de estas películas, como no puede ser de otra manera en cualquier ámbito humano, aparece con nitidez el mal que, en palabras del Sucesor de Pedro, siempre «serpentea» en nuestra historia. Pero no aparece con fines instrumentales, de la forma en que se utiliza en otras obras. Con la vista puesta fundamentalmente en la prensa, advierte de que «a menudo, en los telares de la comunicación, en lugar de relatos constructivos, que son un aglutinante de los lazos sociales y del tejido cultural, se fabrican historias destructivas y provocadoras, que desgastan y rompen los hilos frágiles de la convivencia».

En contraste, abunda el Papa, «una buena historia» trasciende y siempre será «actual porque alimenta la vida». Que igual que 2019, el año 2020 venga cargado de grandes historias.