En defensa del bien común

Tras la elección definitiva de Pedro Sánchez como presidente, el cardenal Osoro pidió en Twitter que «no nos dejemos arrastrar por la polarización» y mostró su deseo de que «alcancemos acuerdos y trabajemos por este proyecto común que es España». Arrastrados por el clima de confrontación, algunos usuarios –que no son mayoría, pero sí muy ruidosos– soltaron toda clase de exabruptos contra el purpurado por el mensaje. Desde un lado, le dijeron que qué hacía un obispo metiéndose en política. Desde el otro, le reprocharon poco más o menos que se plegara a la denominada coalición progresista del PSOE y Unidas Podemos y dejara de defender la Verdad

Ni unos ni otros entienden que a la Iglesia nada humano le es ajeno y que siempre hará oír su voz en defensa del bien común, que exige «el respeto a la persona», «el bienestar social y el desarrollo del grupo mismo», y «la paz, es decir, la estabilidad y la seguridad de un orden justo» (Catecismo, 1905-1912). Con todos los interrogantes que presenta esta legislatura, con alguna luz y muchísimas sombras en el horizonte, la Iglesia estará ahí.