«Aunque perseguida, incomprendida y encadenada, la Iglesia no se cansa de acoger a cada hombre» - Alfa y Omega

«Aunque perseguida, incomprendida y encadenada, la Iglesia no se cansa de acoger a cada hombre»

El Papa ha concluido sus catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles instando a los fieles a «impregnar de Evangelio nuestras casas y convertirlas en cenáculos de fraternidad, donde podamos acoger a Cristo vivo»

José Calderero de Aldecoa
Foto: AFP/Alberto Pizzoli

En la última catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, el Papa Francisco ha reflexionado sobre la Iglesia que, a pesar de estar «perseguida, incomprendida y encadenada», «no se cansa de acoger con corazón de madre a cada hombre y a cada mujer para anunciarles el amor del Padre que se ha hecho visible en Jesús».

El Santo Padre ha hecho estas reflexiones al hilo de la última etapa misionera de san Pablo, la que le llevó a Roma y que «es una prueba de que las rutas de los hombres, si se viven en la fe, pueden convertirse en un espacio de tránsito de la salvación de Dios, a través de la Palabra de fe que es un fermento activo en la historia, capaz de transformar las situaciones y de abrir caminos siempre nuevos».

Una vez en la ciudad eterna, el apóstol es puesto bajo arresto domiciliario. De esta forma, «no tiene libertad de ir y venir, pero es libre de hablar porque la Palabra no está encadenada», ha indicado Francisco al mismo tiempo que ha subrayado la acogida que san Pablo brinda a todos «los que quieren recibir el anuncio del reino de Dios y conocer a Cristo».

De igual modo, el Papa ha pedido al final de la audiencia general que «el Espíritu reavive en cada uno de nosotros la llamada a ser evangelizadores valientes y gozosos». Asimismo, ha instado a los fieles a «impregnar de Evangelio nuestras casas y convertirlas en cenáculos de fraternidad, donde podamos acoger a Cristo vivo».