Benedicto XVI ha dejado de escribir - Alfa y Omega

Benedicto XVI ha dejado de escribir

El Papa Francisco visita y llama por teléfono a menudo a Benedicto XVI, cuenta en una entrevista a la revista alemana Bunte monseñor Georg Gänswein. El secretario personal del Papa emérito trabaja también al servicio de Francisco como Prefecto de la Casa Pontificia, con quien mantiene una relación «cálida y de confianza». La mala noticia -revela Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI- es que el Papa emérito ha dejado de escribir

Ricardo Benjumea

Benedicto XVI, a sus 86 años, sufre los problemas típicos de su edad, pero tiene «la cabeza y el espíritu completamente lúcidos», y tras su renuncia, ha recuperado poco a poco sus fuerzas. «Reza, lee, repasa la correspondencia personal, escucha música, recibe a visitantes…», cuenta su secretario personal a la revista del corazón alemana Bunte. Entre las personas con quienes mantiene regularmente contacto, está el Papa Francisco, que le visita y le llama por teléfono a menudo.

El arzobispo Gänswein, también Prefecto de la Casa Pontificia, habla de su relación con el Papa Francisco, la cual describe como «cálida y de confianza». Del Santo Padre, valora mucho su claridad, ya que «dice lo que quiere y lo que no quiere». Además, Francisco «escucha los consejos que se le dan y acepta las sugerencias bien fundadas».

La publicación de la entrevista a monseñor Gänswein ha coincidido con la que publica el diario Passauer Neuen Presse a monseñor Georg Ratzinger, hermano del Papa emérito, que también se refiere al trato entre Francisco y su predecesor: «La relación entre ambos es de completa armonía», afirma. «Mi hermano no se inmiscuye» en asuntos del gobierno de la Iglesia, y Francisco le pide consejo «de vez en cuando».

El mayor de los Ratzinger, que cumplirá los 90 en enero, vistió al Papa emérito del 29 de julio al 22 de agosto. En una de las comidas -cuenta-, estuvo también Francisco. «Fue muy agradable. Es muy simpático y un hombre con mucho sentido del humor, a quien le gusta reírse». Hablaron un poco en alemán, y la mayor parte del tiempo, en italiano.

Georg Ratzinger volverá en noviembre al monasterio Mater Ecclesiae. El regreso de Benedicto XVI a Baviera está descartado. «Tiene la convicción de que un Papa emérito no puede ir viajando por el mundo como cualquier persona», explica su hermano.

La jornada habitual de Benedicto XVI comienza a las 8 de la mañana, con la celebración de la Misa. Después, reza el Breviario y desayuna. El piano lo toca ya poco, y ha dejado de trabajar en sus escritos, cuenta Georg Ratzinger. En cambio, sí dedica mucho tiempo a la correspondencia.