El ministro pro vida Ben Gummer, en el punto de mira de los abortistas británicos - Alfa y Omega

El ministro pro vida Ben Gummer, en el punto de mira de los abortistas británicos

Unas declaraciones suyas de 2008, oportunamente desempolvadas al día siguiente de su toma de posesión

José María Ballester Esquivias

Apenas diez días después de la victoria por mayoría absoluta del Partido Conservador en las elecciones británicas, ya empiezan los ataques contra los miembros del Gobierno de David Cameron que no se encuadran en la corrección política. Le ha tocado el turno al parlamentario Ben Gummer, recién nombrado secretario de Estado de Sanidad.

Nada más tomar posesión de su cargo, el 12 de mayo, los medios desempolvaron una declaraciones suyas de 2008 en las que manifestaba su oposición al aborto. La reacción no se ha hecho esperar: el día 13, Claire Murphy, directiva del Servicio Británico de Asesoramiento de Embarazos –es decir, la planificación familiar– declaró a The Independent que «es preocupante que ministros con responsabilidad en el área de Sanidad y de derechos de la mujer se opongan al aborto, entre otras cosas porque no reflejan la opinión de su electorado».

Curioso comentario pues Gummer fue reelegido el día 7 en el distrito de Ipswich con siete puntos de diferencia sobre su rival laborista. Ni corto ni perezoso, el aludido ha recordado a sus críticos que [en Gran Bretaña] la regulación legal del aborto «no depende del Gobierno sino del Parlamento» y que las decisiones se toman «sobre la base del voto libre, como en todos los asuntos de conciencia».

Llama la atención la virulencia del ataque de Murphy -y los que provienen de otros sectores abortistas- teniendo en cuenta que Cameron no cumplió su promesa de reducir las semanas del plazo legal para abortar y que fue el único jefe de un gobierno europeo de centro derecha que legalizó el matrimonio homosexual.

El Secretario de Estado es el hijo mayor de John Gummer, hoy Lord Deben, que sirvió en los gobiernos de Margaret Thatcher y John Major, y que se convirtió al catolicismo en 1992.