Los Herodes de nuestro tiempo

Este sábado, 28 de diciembre, la Iglesia recuerda el momento en el que «Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores» (Mt 2, 16). En la fiesta de los Santos Inocentes ponemos nuestro corazón en todos esos niños que no llegan a nacer, víctimas del aborto, y en aquellos que ya nacidos, en su infancia, padecen grandes penurias como conflictos, enfermedades, abusos o explotación.

Frente a los Herodes de nuestro tiempo, que hoy tienen rostros muy diversos pero mantienen las ansias de dominio y de poder, hay que redoblar la apuesta por el amor. Durante su visita al dispensario pediátrico de Santa Marta, el Papa preguntó a un grupo de niños cómo se podía vivir sin guerra. «¡Con amor!», respondieron al unísono. «Paz, amor y ¿la tercera cuál era?», insistió el Pontífice. «¡Esperanza!», replicaron en una escena muy tierna. «Es así», dijo Francisco, alentándolos a «mirar al horizonte con la esperanza de que llegue un mundo mejor» gracias al Señor y también gracias a nuestro trabajo.