«El abuso sexual» en los legionarios «estuvo mezclado con el abuso de poder y de conciencia»
Los Legionarios de Cristo han hecho público el Informe 1941-2019 sobre el fenómeno del abuso sexual de menores en la Congregación de los Legionarios de Cristo desde su fundación hasta la actualidad. Este informe revela, entre otras cosas, las «cadenas de abuso» que se generaron en su seno a lo largo de las décadas. «Una víctima de un legionario, con el pasar de los años, se convertía a su vez en abusador». El presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana sostiene que el informe «llega tarde, incompleto y queda bajo sospecha de que no es total lo que se dice»
El pasado 21 de diciembre los Legionarios de Cristo hicieron público el Informe 1941-2019 sobre el fenómeno del abuso sexual de menores en la Congregación de los Legionarios de Cristo desde su fundación hasta la actualidad. Este informe revela, entre otras cosas, las «cadenas de abuso» que se generaron en su seno a lo largo de las décadas. «Una víctima de un legionario, con el pasar de los años, se convertía a su vez en abusador», en ocasiones hasta la tercera generación.
De hecho, de los 175 casos de abusos registrados desde 1941 a manos de 33 sacerdotes o diáconos, 111 (el 63,43 %) fueron a manos del padre Marcial Maciel (que abusó de al menos 60 menores), o de clérigos que habían sido sus víctimas o víctimas de sus víctimas. Un total de 14 de los 33 sacerdotes que cometieron (el 42,4 %) los había, además, sufrido con anterioridad y dentro de la congregación.
Por otro lado, la misma cantidad de sacerdotes cometieron esos abusos mientras ocupaban puestos de autoridad dentro de su seno, lo que «ha dificultado mucho y en ocasiones bloqueado las posibilidades de denunciar y sancionar este grave mal. El abuso sexual de menores estuvo mezclado con el abuso de poder y de conciencia por parte de algunos que aprovecharon sus puestos para abusar», asegura el informe.
El presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, monseñor Rogelio Cabrera López, ha lamentado que el informe de los Legionarios de Cristo sobre los abusos cometidos en la congregación «llega tarde, incompleto y queda bajo sospecha de que no es total lo que ahí se dice». El también arzobispo de Monterrey se hizo eco el domingo, en sus declaraciones, del descontento de «algunos exlegionarios» que dejaron la orden a raíz del escándalo reconocido en 2009, así como de víctimas, pues «muchos de los delitos ya prescribieron y no se informó a las autoridades» en su día.
Como el mismo informe atestigua, «hubo una cobertura criminal muy grande a lo largo de tanto tiempo y viene hoy esto». Monseñor Cabrera cita como ejemplo lo ocurrido en 2006, cuando el Papa Benedicto XVI ordenó retirar al padre Marcial Maciel del ministerio sacerdotal: «Nadie dijo nada, más bien quería defenderse la imagen y la figura del fundador», subrayó. Por ello, ahora «es tiempo de rendir cuentas y de poner la casa en orden, que no haya ningún delito, ningún encubrimiento ni dilación en la justicia».
También los seminaristas
Del informe se desprende además que los 33 sacerdotes que cometieron los abusos representan el 2,44 % de los 1.353 ordenados en toda su historia. De ellos, seis han fallecido, ocho dejaron el sacerdocio y uno los legionarios. Ninguno de los 18 restantes trata con menores: 14 no ejercen el ministerio sacerdotal público y cuatro lo ejercen de forma restringida y con un plan de seguridad.
A los 33 sacerdotes y diáconos, se suman 74 legionarios que abusaron siendo novicios o seminaristas. En la mayor parte de los casos (60, el 81,08 %) sus superiores tomaron medidas, los abusadores no llegaron a ordenarse y salieron de la congregación. De los 14 restantes, en tres de los casos (ordenados después de 2005) consta que los superiores no tenían conocimiento de los hechos al admitirlos a órdenes. Salvo cuatro casos que se están investigando, el resto han fallecido, están sancionados o fuera de la jurisdicción de la congregación.
«Hemos tocado con nuestras manos la llaga que los abusos han abierto en las víctimas, en la Iglesia y en nuestra propia congregación. Hemos experimentado que cualquier paso de acercamiento a una víctima es un paso esencial hacia la justicia en la verdad, y que hacer luz sobre el pasado, por doloroso que sea, es liberador y fundamento indispensable para construir el futuro», aseguran los autores del documento y sus estadísticas.
Este camino institucional de reparación y reconciliación se ha iniciado con 45 de las víctimas. Esto supone solo un 26 % del total, por lo que se reconoce que «persiste la gran necesidad de seguir facilitando este camino a las demás». Otra asignatura que queda pendiente es «examinar dónde puede haber habido encubrimiento, negligencias u omisiones».
Nuevas propuestas y recomendaciones
Como fruto de este estudio, se han elaborado una serie de propuestas y recomendaciones que se presentarán durante el Capítulo General, el próximo 20 de enero. Allí la comisión encargada del estudio compartirá sus conclusiones y recomendaciones.
El informe es el resultado de un amplio estudio realizado durante seis meses por esta comisión, que «ha verificado las diversas acusaciones de abuso sexual de menores a lo largo de la historia de la congregación». En el proceso se ha contactado con 13 víctimas y se hicieron entrevistas en profundidad a 40 miembros.
Incluye un anexo con los pasos que se han dado en los últimos años para prevenir y generar ambientes seguros. En él se cuenta, por ejemplo, que los procesos de certificación de la implementación de estándares en este ámbito se encargaron a la agencia estadounidense Praesidium. El 7 de septiembre de 2018 concluyó el proceso de acreditación del territorio de España, que fue el segundo país en acreditarse después de Estados Unidos. Desde entonces, los estándares se han actualizado ya en varias ocasiones.