Pequeños artesanos de la paz - Alfa y Omega

Pequeños artesanos de la paz

Muchos jóvenes, con los que el Papa muestra gran sintonía, han dado un paso al frente y ya ejercen de catalizadores del encuentro y la reconciliación en sus comunidades

Alfa y Omega
Foto: Living Peace

El próximo 1 de enero, solemnidad de Santa María, Madre de Dios, se celebra la Jornada Mundial de la Paz, que, como recuerda el Papa en su mensaje, «es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad». En el texto hecho público la semana pasada, lamenta que en el presente del mundo sigue marcado por los conflictos, con «una capacidad destructiva creciente», e incide en que a muchos, especialmente a los más débiles, «se les niega la dignidad, la integridad física, la libertad, incluida la libertad religiosa, la solidaridad comunitaria, la esperanza en el futuro».

Al igual que ha hecho en otras ocasiones, el Sucesor de Pedro denuncia que detrás de las guerras y los enfrentamientos hay corazones marcados por «el egoísmo y la soberbia», y advierte de que emerge con fuerza «la intolerancia a la diversidad del otro, lo que fomenta el deseo de posesión y la voluntad de dominio».

En este contexto, subraya Francisco, el mundo «no necesita palabras vacías», sino «artesanos de la paz abiertos al diálogo sin exclusión ni manipulación». Hacen falta hombres y mujeres de buena voluntad que sepan ver en el otro siempre «el rostro del hermano» y que, desde esa convicción, tomen el camino de la paz que, según desgrana, requiere memoria y perseverancia.

Muchos jóvenes, con los que el Pontífice ha demostrado siempre una especial sintonía, han dado un paso al frente ya y ejercen de catalizadores del encuentro y reconciliación en sus comunidades. Se trata, por ejemplo, de los participantes en los Encuentros Europeos de Taizé, de los que se suman a Scholas Occurrentes, o de los chicos y chicas que estos días se han reunido en Madrid de la mano de los focolares para Crecer como constructores de la paz.

El encuentro, del que esta semana se hace eco Alfa y Omega, ha vuelto a mostrar que estos pequeños artesanos de la paz no son el futuro, sino que son ya el presente y que solo de su mano podremos recorrer este camino de esperanza.