Unidos ante el desafío climático - Alfa y Omega

Unidos ante el desafío climático

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: EFE/Juanjo Martín

En la cumbre de París 2015 tuvo un papel especial la Iglesia con la publicación previa de la encíclica Laudato si’ por parte del Papa Francisco. «Fue como si pidiera a los participantes que tomaran en cuenta el punto de vista de la Iglesia –explica Carlos Jesús Delgado, de la Comisión Diocesana de Ecología Integral de Madrid–. A nivel católico es lo que fue la Pacem in terris ante el desafío nuclear. Hoy nos jugamos lo mismo pero con el clima».

Para Delgado, la cuestión del cambio climático está ligada directamente a nuestra fe: «Tenemos dos mandatos: amar a Dios y amar al prójimo. Hoy está demostrado por miles de científicos, y es un hecho avalado por la ONU, que hay gente que muere y otros cuya salud empeora a causa del aumento de temperatura en el planeta. El cambio climático daña a las poblaciones más desfavorecidas del planeta. A la pregunta de Caín: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?”, hay que responder que sí. Somos guardianes de estos hermanos». Por tanto, «no se trata solo de cuidar de la tierra o del entorno, sino de cuidar de nuestros hermanos en otras partes del mundo, y también en España». No en vano, La contaminación del aire causa 10.000 muertes al año en nuestro país, una cifra que supera a la mortalidad por accidentes de tráfico. En todo el mundo, esta cifra se eleva a los siete millones de personas al año.

La delegación oficial del Vaticano que va a participar en la COP25 estará liderada por monseñor Bruno Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, pero luego habrá distintas actividades en las que las diferentes asociaciones comprometidas con el clima van a participar juntas «para mostrarnos como Iglesia», dice Gabriel López, del Movimiento Católico Mundial por el Clima. «Cada vez estamos más sensibilizados. Mostrarnos unidos es algo que nos suele costar en la Iglesia, pero en esto vamos todos a una y tenemos que aprovechar esta ocasión providencial que supone organizar una cumbre así en Madrid», añade.

Durante los días de la cumbre, habrá distintos eventos en los que poder participar. El 5 de diciembre tendrá lugar el foro La cumbre del cambio climático y el cuidado de la Casa Común, a partir de las 10:00 horas en la Fundación Pablo VI, organizado por la Comisión de Pastoral Social de la CEE, la Fundación Pablo VI, el Movimiento Católico Mundial por el Clima, la Comisión Diocesana de Ecología Integral de Madrid, Escuelas Católicas, Movimiento Scouts Católico, Enlázate por la justicia, Cáritas, CONFER; Justicia y Paz, Manos Unidas, Redes, CEDIS y Entreculturas. Este foro girará en torno a tres ejes: la doctrina social de la Iglesia, la educación como motor del cambio social, y las inversiones éticas y la desinversión en combustibles fósiles, porque «muchas instituciones de Iglesia no saben bien donde acaba invertido su dinero –explica Gabriel López–, por eso a partir del año que viene vamos a iniciar una campaña para pedir a las instituciones de Iglesia que retiren sus inversiones en petroleras y empresas de gas».

Junto a ello, el 6 de diciembre tendrá lugar a las 18:00 horas en la capital de España la Marcha mundial por el clima, a la que la Iglesia anima a participar de manera unida acudiendo a una convocatoria de 16:30 a 17:30 horas en la parroquia San Jerónimo el Real para acoger una oración por el cuidado de la casa común. A la conclusión de la oración, los participantes que lo deseen se unirán a la marcha organizada por la Alianza por el Clima, que discurrirá entre Atocha y Nuevos Ministerios, portando una pacarta de Católicos por el cuidado de la casa común.

Los actos previstos concluirán el domingo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, a las 20:00 horas, con una Misa en la basílica de San Francisco el Grande (San Buenaventura, 1), con presencia de los líderes y representantes católicos que participan en la cumbre. Se espera la asistencia del cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; Miguel Cabrejos, presidente del CELAM y delegado especial en la COP25; Tomás Insúa, director ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima, y monseñor Bruno-Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y enviado especial del Vaticano para esta cumbre, así como de otros delegados católicos de otras conferencias episcopales.