Gentes: Costanza Miriano, periodista (en Credere) - Alfa y Omega

Me pregunto cómo es posible que no vayamos a Misa cada vez que podemos. Es ahí donde todo se ofrece y se entrega, donde nuestra fatiga se transfigura y nuestra incapacidad se vuelve fecunda. Es en la Misa donde descanso de mi cansancio, donde a veces lloro, y donde siempre hay Uno que me escucha.