Los padres de colegios católicos alzan la voz - Alfa y Omega

Los padres de colegios católicos alzan la voz

Nace Educación y Familias, la Federación de AMPAS de centros católicos de Madrid, «para defender el derecho que tenemos los padres a escoger una escuela inspirada en valores católicos»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: AFP/César Manso

«Trabajaremos por un pacto educativo a nivel nacional que reconozca nuestros derechos como padres», afirma José Luis Castellano, presidente de Educación y Familias. Abogado de profesión y padre de dos hijos de 13 y 14 años, sueña con «capitalizar el hartazgo» de los padres católicos ante «un panorama educativo que no nos gusta».

Los padres y madres asociados en AMPAS de los centros de ideario católicos de la Comunidad de Madrid tienen ya una plataforma para poder defender sus intereses. Se trata de Educación y Familias, una federación que nace con el objetivo de integrar las asociaciones de padres y madres de escuelas de inspiración católica en Madrid.

«Queremos cubrir un espacio que, a día de hoy, no está atendido», afirma José Luis Castellano, su presidente, «para defender la escuela que hemos escogido, y también el derecho que tenemos los padres a escoger un colegio inspirado en valores católicos. Estamos orgullosos de haber hecho esta elección libre, democrática y respetuosa con otras visiones diferentes, y queremos defenderla».

Educación y Familias surgió hace un año a raíz del problema de accesibilidad a los colegios cuando se restringió el tráfico en el centro de Madrid. «Algunos padres empezamos a movilizarnos, y echamos de menos una asociación de padres que nos representara», afirma Castellano, quien reconoce que «en los colegios la movilización de los padres siempre es difícil y hace falta mucha motivación».

Durante aquellos días se encontraron con que ya había una asociación que defendía los intereses de los padres de la escuela pública, pero que «tenía detrás motivaciones políticas, entre ellas la lucha contra la escuela concertada, y quería monopolizar la voz de los padres. Entonces dimos un paso adelante y decidimos organizarnos».

Aquello ya quedó atrás, y hoy se constituyen como una federación para «intervenir y tener voz en todo lo que tenga que ver con la educación de nuestros hijos, algo que hasta ahora no ha sido así». Y pone como ejemplo «los temarios que a veces te encuentras en los libros que los niños traen a casa y que se elaboran desde arriba por la Administración». «Debemos ser conscientes de que, desde los poderes públicos, el tema de la educación está abordado más como un arma arrojadiza de unos contra otros que buscando el interés de los niños», explica.

Volver a poner en el centro a los menores

Por todo ello, el presidente de Educación y Familias reconoce que «esta situación nos inquieta y nos preocupa, y queremos volver a poner en el centro a los menores». Así, aunque la libertad de elección de los padres en Madrid no la ve amenaza «a corto plazo», sí quieren tener la garantía de que el sistema se va a mantener «a largo plazo», y por eso «trabajaremos por un pacto educativo a nivel nacional que reconozca nuestros derechos como padres, luchando contra las presiones en contra que proceden de la izquierda política».

Uno de los temas en los que van a trabajar será el de la imposición de la ideología de género en la escuela, aunque «nos preocupan más cosas, como el acoso escolar, la cercanía de casas de apuestas en los entornos escolares, la seguridad en los colegios…», en lo que la federación encontrará puntos de conexión con otras sensibilidades en este campo.

«Que a los niños no se les enseñen cosas raras»

A partir de ahora, «queremos hablar con todos los partidos políticos, porque es en este campo donde hay que dar la batalla, ya que al final todo se decide en los tres ámbitos principales: municipal, comunitario y estatal. Y nuestra intención también es estar algún día en el Consejo Escolar del Estado».

De ahí que ofrezca a todas las instituciones una «colaboración crítica», porque «queremos conocer en profundidad el engranaje de la educación en Madrid y tener como interlocutores a políticos, agentes sociales, sindicatos de profesores, titulares de colegios…, todo con el objetivo de proteger la libertad de elección, que los niños vayan a estudiar y no a que se les enseñen cosas raras».

En definitiva se trata de «capitalizar el hartazgo y la resistencia civil frente a un panorama educativo y social que no nos gusta, en beneficio de nuestros hijos». «Dentro de la libertad de asociación que legalmente se reconoce a los ciudadanos, nos hemos asociado y quien se quiera unir a nosotros será bienvenido».

La hoja de ruta ahora para Educación y Familias, que ya congrega a alrededor de 20 asociaciones de padres, comienza por convocar a principios de diciembre una reunión de directores de centros y directivos de AMPAS para analizar la participación de los padres en la vida de sus centros y en el movimiento asociativo, y permitir la incorporación del mayor número posible de asociaciones de los centros católicos de la comunidad.