San Sebastián - Alfa y Omega

San Sebastián

Cristina Tarrero
Foto: Maya Balanya

En el llamado Barrio de las Letras se encuentra la iglesia de San Sebastián. Fue fundada a mediados del siglo XVI y tomó el nombre de una ermita que se hallaba en ese lugar bajo la advocación del santo. Amenazaba ruina; durante la guerra civil fue destruida en un bombardeo y reconstruida más tarde por Francisco Íñiguez Almech, modificando totalmente su estructura.

El templo es sede de dos congregaciones muy significativas durante el Siglo de Oro: la Congregación de la Virgen de la Novena y la de Nuestra Señora de Belén en su Huida a Egipto, ambas, en la actualidad, algo desconocidas. Las congregaciones de este tipo durante la Edad Moderna tenían un carácter gremial, pues servían para proteger a los miembros de una misma profesión, controlar el trabajo y el intrusismo.

La primera fue fundada en 1631. Agrupó y agrupa a comediantes, dramaturgos y empresarios dedicados al teatro, a los corrales de comedias. Allí, en el año 1635, fue enterrado Lope de Vega, pero por falta de pago de la sepultura sus restos fueron a parar a una fosa común. Personajes ilustres pasaron por San Sebastián y en la fachada un azulejo con sus nombres así nos lo recuerda. La congregación se encargaba no solo del amparo de sus miembros, sino de la mejora de las salas y los corrales de comedias, pues el gremio de actores había pasado de ser un pequeño grupo bajo el reinado de Felipe II, a casi profesionalizarse durante el reinado de Felipe IV. Existen en España numerosas calles que llevan el nombre de la Novena, la mayoría de ellas refieren lugares que en el pasado poseían salas o corrales de comedias. En el mismo templo también tiene su sede la Congregación de Arquitectos de Nuestra Señora de Belén en su Huida a Egipto. Fue instituida en 1668. Su nombre puede sorprendernos, pero se debe a una leyenda que refiere que cuando la Virgen y san José huían a Egipto, se refugiaron bajo una palmera que formó una cubierta o bóveda y les ocultó.

En la cripta de San Sebastián están enterrados dos de los arquitectos más significativos de nuestra ciudad, Juan de Villanueva y Ventura Rodríguez. Ambas congregaciones existen en la actualidad y han dejado en depósito algunos de sus bienes en el Museo de la Catedral de la Almudena, donde pueden contemplarse.