El Papa pide desterrar los ataques al paganismo e «inculturar con delicadeza el mensaje de la fe» - Alfa y Omega

El Papa pide desterrar los ataques al paganismo e «inculturar con delicadeza el mensaje de la fe»

Francisco aboga durante la audiencia general por «construir puentes con la cultura, con aquellos que no creen o con los que tienen un credo diferente al nuestro»

José Calderero de Aldecoa
Foto: AFP/Andreas Solaro

Con su natural capacidad de responder sin mencionar, de afrontar sin atacar, de atajar sin imponer, y con la polémica de las pachamamas arrojadas al Tíber todavía reciente, el Papa Francisco ha reflexionado sobre la llegada de san Pablo a Atenas, donde el apóstol «estaba interiormente indignado al ver la ciudad llena de ídolos». Sin embargo, «este “impacto” con el paganismo, en lugar de hacerlo huir, lo empuja a crear un puente para dialogar con esa cultura», ha afirmado durante la audiencia general.

«Pablo —ha continuado el Pontífice— no mira a la ciudad de Atenas y al mundo pagano con hostilidad, sino con los ojos de la fe». Y esto «nos hace cuestionar la forma en que vemos nuestras ciudades: ¿las observamos con indiferencia? ¿Con desprecio? ¿O con la fe que reconoce a los hijos de Dios en medio de las multitudes anónimas?», ha preguntando el Santo Padre.

Acto seguido, ha pedido a los católicos «construir puentes con la cultura, con aquellos que no creen o con los que tienen un credo diferente al nuestro».

El modelo para esta inculturación de la fe también es Pablo, que «elige familiarizarse con la ciudad y así comienza a frecuentar los lugares y las personas más significativas: la sinagoga, la plaza y el Areópago». En este último, «realiza un ejemplo extraordinario de inculturación del mensaje de la fe: anuncia a Jesucristo a los adoradores de ídolos, y no lo hace atacándolos, sino haciéndose «pontífice, constructor de puentes»».

El Pontífice ha concluido la audiencia general alentando a los católicos a imitar el ejemplo del apóstol: «Siempre construir puentes, siempre la mano tendida, ningún ataque. Pidamos al Espíritu Santo la capacidad de inculturar con delicadeza el mensaje de la fe, observando a los que viven en la ignorancia de Cristo con una mirada contemplativa movida por un amor que inflame hasta los corazones más endurecidos».