Justicia y Paz Madrid recuerda 40 años de cercanía con los que sufren

Hace 40 años, en plena Transición y al calor del Concilio Vaticano II, nació Justicia y Paz Madrid con el deseo de «favorecer el proceso de democratización en nuestro país», defender los derechos humanos y «difundir la doctrina social de la Iglesia». Así lo recuerda Javier Alonso, presidente de la comisión diocesana que este sábado, 25 de octubre, organiza varias mesas redondas y una Eucaristía con motivo de la efeméride.

La rama madrileña del organismo creado por la Conferencia Episcopal Española unos años antes, tras un motu proprio del Papa san Pablo VI, ha hecho verdad aquello de que «para llegar a la paz, necesitamos la justicia». En estas cuatro décadas se ha volcado en cuestiones como la lucha contra el paro y la pobreza, la atención a migrantes, las relaciones con otras confesiones y religiones, o el impulso de la cultura de la paz, sin perder nunca de referencia la doctrina social de la Iglesia y el Evangelio.

Además, ahora que el mundo parece inmerso en «una tercera guerra mundial por partes» como dice el Papa Francisco, para Justicia y Paz Madrid emergen con especial fuerza otras preocupaciones como el acompañamiento a refugiados y solicitantes de asilo, la lucha contra la xenofobia, la construcción de una Europa solidaria y plural, el cuidado de la creación o el mejor reparto de los bienes y del trabajo.

Celebrar los 40 años, reconoce Alonso, es un momento de «gratitud» y un nuevo aliciente para «dejar una vida horizontal, envidiosa e insolidaria» y «luchar contra la fuerza de gravedad del egoísmo y subir a la cima para vislumbrar el panorama más hermoso». Se trata, explica, de «renunciar a lo que nos sobra, a lo que nos carga y dificulta el seguimiento de Cristo», para así vivir «una vida buena y de servicio» desde la certeza de que «nadie está excluido del amor de Dios, de su justicia y de su llamada a la salvación».

«Con Jesús es posible vivir otro mundo»

La jornada celebrativa, que tendrá lugar en la parroquia Nuestra Señora de las Angustias (Rafael de Riego, 16), arrancará a las 10:00 horas con una mesa redonda sobre El compromiso cristiano por la justicia y la paz: los trabajos de la Comisión Diocesana y la cooperación en la diócesis, con las intervenciones de M.ª Ángeles Majado, de Pastoral del Trabajo, y Emilio López, de Justicia y Paz.

Majado, religiosa del Niño Jesús desde hace 30 años, anima a paliar el dolor «viviéndolo en la propia carne nuestra, haciéndonos sensibles y cercanos con los que sufren hoy». «Junto a las personas que desahucian de sus casas, con los que viven la guerra y tienen que salir de su país, en el mundo laboral con los que son explotados y marginados y no se los tiene en cuenta… En todos estos ambientes es necesario y vital que haya justicia», asevera.

Para lograrlo, apuesta por «la colaboración en grupo» dentro de la Iglesia y sin perder nunca de referencia que Dios está en el centro: «Solo desde la fe y desde el compartir lo que Jesús nos ha enseñado y el estilo de vida que Él nos propone, es posible vivir otro mundo».

Ella recorre a diario ese camino, en la intimidad de su alma y en el corazón de la calle; «La oración personal es un momento de encuentro con ese Cristo vivo, tanto ahí, como en la Eucaristía, como en la gente que me encuentro por la calle, en los mercados, en el Metro, en los vecinos de la escalera…».

Doctrina social de la Iglesia y derechos humanos

Tras la primera mesa, José Luis Segovia, vicario episcopal para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación, e Ignacio M.ª Fernández de Torres, consiliario de Justicia y Paz, hablarán –a la hora del ángelus– de La doctrina social de la Iglesia y el testimonio cristiano: tareas para la Comisión Diocesana y cualquier creyente.

Por la tarde, a partir de las 16:00 horas, Sonia Olea, de Cáritas Española, y Emilio José Gómez Ciriano, de Justicia y Paz, abordarán el tema Los derechos humanos en el mundo actual: retos para la Iglesia. Y a las 17:45 horas, con la Eucaristía de acción de gracias, concluirá la jornada.