«Los indígenas han pedido al Sínodo que se respete su cultura y que se pare la destrucción de las multinacionales» - Alfa y Omega

«Los indígenas han pedido al Sínodo que se respete su cultura y que se pare la destrucción de las multinacionales»

El misionero español Juan Cantero, que lleva 47 años en la Amazonía, se une «al grito de los indígenas: “¡Fuera compañías!”, sobre todo de los lugares de la Amazonía que han sido declarados sagrados»

José Calderero de Aldecoa
El misionero Juan Cantero (con polo azul y chaleco)

Juan Cantero es español pero lleva tantos años en la Amazonía ecuatoriana que habla de su españolidad en pasado. «Suelo decir medio de broma que yo fui español porque llevo ya 47 años en Ecuador», explica en entrevista con Alfa y Omega.

Concretamente, este misionero se encuentra «en el río Napo, uno de los más grandes que alimentan el Amazonas», y allí sirve a los indígenas, «como decimos allá», de la nacionalidad kichwa: «No son pueblos, ni etnias, ni tribus, son nacionalidades. Eso ellos lo tienen como algo que exigen respetar, que se les trate como una nacionalidad».

Ahora, Cantero se encuentra en un periodo de formación en España, pero antes de partir fue el encargado de trasladar a Roma las propuestas de la nacionalidad kichwa para el Sínodo de la Amazonía. «Yo las envié, pero fueron ellos mismos los que hicieron las propuestas. Eso fue lo que nos pidió el Papa, que los propios indígenas fueran los interlocutores de este Sínodo», asegura.

Y cuando quedan pocas horas para que se clausure el Sínodo, esta nacionalidad indígena de la Amazonía espera ver plasmadas sus ideas en el documento final. «Ellos pidieron que se respete su cultura y que se paralice la destrucción causada por las compañías petroleras, madereras, mineras…», explica el misionero.

«Yo me uno al grito de los indígenas, aunque quizá no nos escuchen: “¡Fuera compañías!”, sobre todo de los lugares de la Amazonía que han sido declarados sagrados. La misma constitución dice que los lugares sagrados de la Amazonía son inviolables, pero no se han respetado cuando han llegado las multinacionales», concluye Juan Cantero.