Comunión y Liberación ante el 10-N: «Necesitamos restablecer nuestra convivencia»

Comunión y Liberación ha hecho público este jueves un manifiesto de cara a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, las cuartas en cuatro años y la segunda vez que se repiten por falta de acuerdo para formar Gobierno. Por ello y por la situación vivida recientemente en Cataluña, donde las posturas están cada vez más enfrentadas, hace un llamamiento a la convivencia, a poner en el centro «la humanidad que nos une y no las ideas que nos separan».

Desde esta organización eclesial se parte de la base de que la repetición electoral es expresión de «una cierta dificultad a la hora de ir más allá de la propia ideología y sentarse a hablar con personas que piensan diferente», una circunstancia que en Cataluña se produce de una manera «radical». Porque, continúa el manifiesto, «cuando reducimos nuestra identidad a nuestras ideas políticas es difícil escapar de la confrontación, la marginación del otro y el odio, sea de baja o alta intensidad, casi como si perteneciéramos a especies diferentes».

Y añade: «Tanto la imposibilidad de llegar a acuerdos de Gobierno como la división en Cataluña nos previenen: debemos construir sobre una base aún más sólida que la ley. Incluso la norma fundamental, nuestra Constitución, fue producto de un gran acuerdo de convivencia y de él depende». Por ello, hace una llamada a «apostar por una educación que ponga en el centro lo que nos une y caracteriza nuestra humanidad: nuestras exigencias, nuestra búsqueda de significado» y reclama «personas libres que no temen el encuentro con el que es diferente».

En este sentido señala, parafraseando al Papa Francisco, que para superar las barreras que separan hay que hacer algo juntos. También en política. «En nuestro país tenemos que «hacer juntos» en todos los niveles de la sociedad, salir de nuestras zonas de seguridad y embarcarnos en ese éxodo que nos sugiere el Papa para afrontar cuestiones que hemos retrasado durante décadas, precisamente porque exigían grandes acuerdos más allá incluso que las mayorías simples. Todo ello será posible si ponemos en el centro de nuestra convivencia la humanidad que nos une y no las ideas que nos separan. Estamos llamados a ser protagonistas de este momento histórico», concluye.