«En la calle, me he sentido como un perro abandonado» - Alfa y Omega

«En la calle, me he sentido como un perro abandonado»

Carlos González García
Foto: Archimadrid/Carlos González

«Me operaron de un mioma y vivía con mi hermana. Una noche me peleé con ella y su familia, me pegaron y acabaron echándome de la casa. Sentada en un banco, frente a su casa, con frío y con miedo, me sentí como un perro abandonado…». Es el testimonio de Mina, una marroquí que llegó hace 19 años a España y que este jueves, 24 de octubre, ha puesto rostro al sinhogarismo en la presentación de la campaña de Personas Sin Hogar 2019.

Junto a ella han estado Inma y Ana Lucía, que también estuvieron en situación de calle y que, en su condición de mujeres, sufrieron una doble victimización porque «más del 50 % sufren violencia de todo tipo», según ha explicado la responsable de FACIAM, Rosalía Portela.

Con esta campaña, puesta en marcha hace 27 años, FACIAM, Cáritas y otras organizaciones que ayudan a quienes «la calle arrastra», también persiguen «que las personas que no han llegado no lleguen nunca y que las que están encuentren residencia habitacional».

Mina, que asegura que «la calle es muy peligrosa» y que perdió hasta la voz, fue acogida «con los brazos abiertos» por Cáritas Diocesana de Madrid y ha encontrado un nuevo hogar en el recurso CEDIA Mujer. «Me han ayudado y me he vuelto otra persona», confiesa. Sin embargo, la ansiedad cubre su rostro cuando conjuga su presente entre futuros: «Yo solo quiero trabajar, y si tengo que volver a la calle, me muero. Si se me acaba el tiempo en Cáritas, ¿qué hago?». Y tras un instante de silencio, mira al cielo y se recompone. Una vez más. Otra más. «No sé qué va a pasar después, pero todo está en manos de Dios».

«En Cáritas te vuelves familia con las personas con las que convives»

A su lado, Ana Lucía ha contado que dejó Guatemala hace un año por la situación de violencia que allí le rodeaba. En una sola semana, salió de su país amenazada de muerte por las maras. «Nosotros venimos aquí porque queremos aportar algo a la sociedad y ser parte de una economía en la que podemos aportar mucho», reconoce. «Y nos hacen sentir que no somos nada, pero tenemos muchísimo que aportar a este maravilloso país que nos abre las puertas».

Una situación apesadumbrada para cualquier corazón que desea sentirse valorado. «Estamos muchos en la calle que podemos aportar mucho a este país, donde hay gente tan buena. Yo quiero un trabajo digno que nos permita salir adelante. Tan solo optar a alquilar un piso y vivir dignamente». Ahora, en CEDIA, ha encontrado otra familia donde se siente a salvo: «En Cáritas te vuelves familia con las personas con las que convives».

«Tan solo me gustaría volver a mi casa»

La última en prestar su testimonio ha sido Inma. Cordobesa de nacimiento, perdió a sus padres y entró en una profunda depresión. Al salir del hospital, se encontró con la peor de las realidades: habían ocupado su casa. «Estuve en la calle, con frío, inseguridad, ante muchos peligros… Estaba sola, no podía dormir y sentía miedo de que pudieran hacerme daño». En la calle, donde estuvo deambulando durante mucho tiempo, «te sientes muy vulnerable». Aunque «intentaba estar alerta todo lo que podía, el cansancio a veces te puede».

Ahora vive en una pensión que le ha facilitado el Ayuntamiento durante un tiempo limitado y sus ganas de trabajar siguen tan fuertes como el primer día: «Quisiera encontrar un trabajo que me ayude a mantener mi vivienda. Y me gustaría, cómo no, volver a mi casa».

Foto: Archimadrid/Carlos González

«La Administración se tiene que implicar»

En el acto, celebrado en la librería San Pablo, también ha intervenido Enrique Domínguez, responsable de la campaña de Personas Sin Hogar en Cáritas Española.

Domínguez ha incidido en que «la Administración pública se tiene que implicar» para «prevenir que las personas lleguen a estar en la calle», tanto con «políticas sociales centradas en las personas y en sus derechos» como con alguna «alternativa de alojamiento», por ejemplo, para desahucios.

Una marcha para decir ¡basta!

Para concluir, Encarna y Sandra se han encargado de leer el manifiesto que, una hora después de la presentación, ha vuelto a leerse en la Puerta del Sol, donde ha tenido lugar el acto público de las Personas Sin Hogar.

La marcha, que se ha desarrollado en 30 ciudades a la vez, ha estado protagonizada de nuevo por personas sin hogar, acompañadas por un gran número de entidades que trabajan con ellas y por muchos madrileños de a pie. El acto, completamente festivo y de alegría, ha estado dinamizado por intervenciones de Músicos por la Salud, Akunamasamba y Cooperativa Arte Libre.

El lema ¿Y tú qué dices? ¡Di basta! Nadie sin hogar ha sido la bienaventuranza de tantas miradas que, enraizadas en un mismo sentir, solo anhelan un hogar donde volver a recuperar la dignidad que un día cualquiera, al atardecer de sus vidas, se dejaron perdida por el camino…