El Vaticano mira con suspicacia el «camino sinodal» en Alemania - Alfa y Omega

El Vaticano mira con suspicacia el «camino sinodal» en Alemania

A su regreso de Roma, el cardenal Marx asegura que ha hablado con el Papa y se han deshecho «los malentendidos», pero el nuncio ha dirigido a los obispos un discurso desacostumbradamente incisivo, muestra de que el Vaticano no las tiene todas consigo

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El cardenal Marx habla con un grupo de mujeres que protestan antes de la apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Alemania. Foto: EFE/EPA/Armando Babani

Nunca había estado tan concurrida la biblioteca del Obispado de Fulda, la ciudad barroca en la que la Conferencia Episcopal Alemana celebra su tradicional asamblea de otoño. La causa es expectación despertada por el «camino sinodal» emprendido por la Iglesia alemana y a cuyos documentos de discusión y proceso de votaciones ha de dar el visto bueno esta plenaria. En la rueda de prensa de apertura, el cardenal Reinhard Marx, presidente del gremio y recién llegado de Roma, rebajó la tensión con el Vaticano y aseguró que «hemos tenido una conversación muy constructiva [con el Papa], hemos deshecho algunos malentendidos y nos anima a continuar». Dejó claro que «ante todo somos Iglesia católica y por supuesto de aquí no van a salir normas contrarias a las de Roma ni excepciones, eso por descontado», tranquilizando así a quienes temen que el proceso sinodal termine en cisma, aunque también se manifestó contra el inmovilismo «de quienes creen que cualquier cambio es una traición la fe».

Mientras el cardenal Marx hablaba con los periodistas, a las puertas del Arzobispado protestaba una manifestación de la Asociación de Mujeres Católicas (KFD), reclamando una reforma del papel de la mujer en la Iglesia con la que Marx mostró comprensión. «Lo sé, necesitamos movimiento. Insto y presiono, pero a veces las cosas suceden lentamente», les dijo. La KFD, con más de 450.000 miembros, continua sus eventos de demanda de igualdad en la Iglesia hasta el lunes, además de una recolecta firmas que demuestre el masivo apoyo a sus demandas. «Incluso en Roma hay diferentes posiciones, no hay una sola voz, la diferencia es que aquí se hacen públicas», explicaba el cardenal. «No podemos pensar que mañana va a ser todo diferente, pero lo que tampoco puede ser es que, porque no se avance en un punto concreto, la lectura sea que no hay ningún avance», dijo, seguramente en referencia a la consagración sacerdotal de mujeres.

El de la mujer se suma a otros tres documentos sinodales a debate sobre la vida de los sacerdotes (celibato), la estructura de poder de la Iglesia, y la moral sexual católica. Marx garantizó unidad con la Iglesia universal, pero insistió en que «la idea de que ahí está Alemania orientada a la reforma, tensando a un bloque unido que se sitúa en frente, no es correcta. La Iglesia universal está en movimiento», y «la unidad de la que habla el Papa no es solo la unidad de los obispos. Es la unidad de todos los bautizados».

Muestra de que desde el Vaticano no se considera totalmente encarrilado el proceso fue el desacostumbradamente largo e incisivo discurso de saludo del nuncio, Nikola Eterovic, que pidió a la plenaria que tome en serio la carta del Papa FranciscoAl peregrino del pueblo de Dios en Alemania. «De hecho, es la primera vez desde de la encíclica redactada en 1937 por Pío XI que el Papa dedica una carta por separado a la Iglesia alemana», dijo, subrayando que «Jesús debe estar en el centro del camino sinodal» y para eso «la unidad entre la iglesia universal y las iglesias particulares es esencial».

La crisis de los abusos

«Jesús no pasó de largo ante la realidad existente», fue la respuesta de Marx durante su homilía, en la Misa solemne celebrada en la catedral de Fulda y con la que daba inicio la plenaria. «Me gustaría viajar al futuro y ver cómo será la Iglesia dentro de mil años, y me gustaría viajar al pasado y presenciar cómo Jesús se liberó para emprender un nuevo camino […]. La predicación del Reino de Dios estaba en el centro de la proclamación de Jesús, una nueva relación con Dios […]. Jesús trajo la respuesta: la realidad de Dios está contigo. Date esta realidad. ¡Solo tienes que abrir los ojos, los oídos y el corazón!».

Varios obispos alemanes, entre ellos el cardenal Rainer Maria Woelki, han solicitado intervenciones en la plenaria para exponer su lectura de la carta enviada por el Papa, que difiere de la de Marx. En muchas parroquias alemanas se han programado exposiciones del Santísimo y reuniones de oración por el resultado del proceso sinodal y algunos prelados se han ido posicionando antes de la plenaria, como el obispo de Münster y desde hace seis años miembro de la Congregación de los Obispos del Vaticano, monseñor Felix Genn, que ha dicho en una entrevista: «Yo estoy dispuesto a ceder poder para cambiar la estructura de poder en la Iglesia», y ha justificado que «sería una simplificación atribuir al celibato los abusos sexuales a menores, pero sí debemos hacernos la pregunta sobre en qué manera el celibato, en determinadas personas y en determinadas constelaciones grupales, es un factor de riesgo para que se cometan abusos». En todo caso, ha insistido, «lo que no puede pasar es que hayamos leído las tremendas conclusiones del informe sobre los abusos y sigamos con nuestro día a día como si nada».

Rosalía Sánchez
Berlín