Francisco muestra su alegría por las personas liberadas en Ucrania y Rusia - Alfa y Omega

Francisco muestra su alegría por las personas liberadas en Ucrania y Rusia

El Papa ha querido destacar tras el rezo del ángelus de este domingo el «tan esperado intercambio de prisioneros que se llevó a cabo la pasada semana entre Rusia y Ucrania». Francisco destacó su alegría «por las personas liberadas, que pudieron abrazarse nuevamente a sus seres queridos» y aseguró a los presentes «su oración por un rápido final del conflicto y por una paz duradera en Ucrania»

Cristina Sánchez Aguilar

Anteriormente, durante el rezo de la oración mariana, ha explicado el Evangelio de este domingo, que comienza con «algunos que critican a Jesús porque da la bienvenida a pecadores y come con ellos». Esta frase «resulta ser un anuncio maravilloso: Jesús da la bienvenida a los pecadores y come con ellos», ha asegurado este domingo el Papa Francisco, durante el rezo del ángelus en la plaza de san Pedro. «Esto es lo que nos sucede en cada Misa: Jesús está feliz de recibirnos en su mesa, donde se ofrece por nosotros».

El Señor, respondiendo a sus críticos, expone tres parábolas «que muestran su predilección por aquellos que están lejos de él». En la primera deja patente que Dios se fija en aquellos que «aún no conocen la belleza de su amor, que aún no le han dado la bienvenida a Jesús al centro de su vida, que no pueden vencer el pecado».

En la segunda parábola, el Señor «no se resigna a perder y busca sin cesar: quiere decirnos que somos preciosos a sus ojos, únicos. Y en la tercera parábola, el padre espera el regreso del hijo pródigo: Dios nos espera, no se cansa, no se desanima». «Él espera todos los días a que notemos su amor».

Pero puede ocurrir que, como el hijo mayor de la parábola, tengamos «más en mente un maestro que un padre. Que creamos en un dios más riguroso que misericordioso, un dios que derrota al mal con poder en lugar de perdón. No, Dios salva con amor, no con la fuerza». Y como el hijo mayor, ha advertido el Papa a los fieles, «nos equivocamos cuando nos creemos justos, cuando pensamos que los malos son los otros». «Sin la ayuda de Dios no sabemos cómo vencer el mal. Para vencerlo, tenemos que aceptar el perdón de Dios. Y esto sucede en la confesión». «Dios cancela el mal, nos hace nuevos por dentro y nos hace renacer en nosotros», ha recalcado.

Durante los saludos a los presentes, recordó a la beata Benedetta Bianchi Porro, fallecida en 1964 con 28 años y beatificada este sábado en Forli: «Toda su vida estuvo marcada por la enfermedad, y el Señor le dio la gracia de soportarla, de hecho, para transformarla en un testimonio luminoso de fe y amor». Este domingo también en Alemania se ha proclamado beato al padre Riccardo Henkes, un sacerdote palotino asesinado por odio a la fe en Dachau en 1945. «El ejemplo de estos dos valientes discípulos de Cristo también apoya nuestro viaje a la santidad».