Las 200 peregrinaciones de Ruiloba - Alfa y Omega

Las 200 peregrinaciones de Ruiloba

El pueblo de Ruiloba (Cantabria) lleva 200 años peregrinando hasta la ermita de la Virgen de la Caridad para agradecerle el fin de la epidemia de la fiebre amarilla

José Calderero de Aldecoa
La peregrinación de los tolanos en la actualidad. Foto: @esruiloba

Año 1819. Una epidemia de fiebre amarilla asola Cádiz. Para evitar el contagio, la gente huye despavorida. Pero, ya infectados, los que ponen tierra de por medio lo que hacen es expandir la enfermedad por todo el territorio nacional. De esta forma, la fiebre amarilla llega a la pequeña localidad de Ruiloba (Cantabria) y hace estragos entre sus habitantes. El pueblo se empieza a llenar de muerte y los lugareños acuden a la Virgen de los Remedios para que haga honor a su nombre. Con el paso del tiempo y con cuidados médicos, la epidemia va remitiendo y los tolanos se reúnen en asamblea para decidir cómo le van agradecer a la Virgen el remedio a la enfermedad. Acuerdan peregrinar una vez al año a la iglesia de los Remedios, pero el párroco les habla de los problemas económicos de la ermita de la Virgen de la Caridad, situada a doce kilómetros en la localidad de Udías, y los lugareños acceden a dirigir sus pasos hasta allí.

La peregrinación de los tolanos en el pasado. Foto: Comisión del Bicentenario

Desde entonces, los tolanos han ido a visitar a María en una peregrinación que ahora cumple 200 años y que se conoce como fiesta del Mozuco. «Siempre se celebra el 9 de septiembre salvo si ese día cae en domingo, que entonces se traslada al lunes. Es una fiesta principalmente religiosa. La tradición es la que impone el programa. Por la mañana se realiza la peregrinación y, seguidamente, se celebra la Santa Misa. Tras la Eucaristía, tiene lugar la Danza de las Lanzas, un baile que se remonta al siglo XVI, en honor de la Virgen y se termina con una comida campera y algo de fiesta por la tarde», explica Javier San José, portavoz de la comisión del bicentenario del Mozuco.

Fiesta de interés turístico regional

Sin embargo, en esta ocasión, los festejos se han extendido a lo largo de todo el año con motivo del bicentenario. «El año pasado se decidió crear una comisión que organizara las celebraciones por el 200 aniversario de la peregrinación», explica San José. «Uno de las primeras iniciativas fue dirigirnos a la Consejería de Turismo de Cantabria para solicitar que esta fiesta fuera declarada fiesta de interés turístico regional. Entre otras cosas, también hicimos una exposición fotográfica que mostraba el desarrollo de la fiesta y de la procesión a lo largo de los años, con imágenes incluso del siglo XIX, y hemos creado el bosque del bicentenario en una de las zonas del pueblo. Hemos plantado bastantes castaños y hemos colocado una placa conmemorativa para que perduré en el tiempo el recuerdo del bicentenario», concluye el portavoz.